Carmen R. Ponce Meléndez/ Monedero
Cimacnoticias
El saldo de la política económica de este gobierno no podría ser más negativo en especial en lo que concierne a su austeridad en los recursos destinados al apoyo de la población por efectos de la pandemia. La menguada clase media crece en pobreza y la inversión privada sigue en huelga, brilla por su ausencia sin que la 4T logré atraerla seriamente.
Se acentúa la concentración del ingreso; la pobreza femenina y las enormes desigualdades de género se vuelven algo todavía más normalizado, como si eso fuera posible, sumado a un crecimiento muy importante de la pobreza extrema.
En este escenario la novedad inmediata es la inflación, el azote de las mujeres en pobreza y de la población en general. El Banco de México (Banxico) dice que es temporal y pronto se recuperará un nivel de 3-4 por ciento. Mientras lo caído, caído está en el bolsillo, justo cuando “el horno no está para bollos” y nunca ha estado.
Los precios de la canasta básica van en aumento y por primera vez desde que inició este gobierno el salario real disminuye, la inflación reportada en abril por el Inegi (6.06 por ciento) rebasa con creces la meta establecida por Banxico. El índice de precios no subyacente aumentó 12.34 por ciento anual.
Se recuerda que la inflación subyacente se obtiene al eliminar del cálculo del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, o bien aquellos cuyo proceso de determinación no responde a condiciones de mercado.
Así, los grupos que se excluyen en el indicador subyacente son los siguientes: agropecuarios y energéticos, y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno. Pero volátiles o no, el consumidor paga porque paga.
Ya en el mes de marzo el INPC fue de 4.67 superior a la meta prevista, con una subyacente más alta. Por su parte las cifras del Índice Nacional de Precios al Productor (INPP) en ese mismo mes fue alto (6.28), con 9.03 por ciento en actividades secundarias que incluye industria, este nivel de precios al productor forzosamente tiene un efecto negativo en los precios del consumo.
Revisando algunos productos del grupo de alimentos en abril también creció mucho la inflación: jitomate (26.09); aguacate (29.46) y chile serrano 41.75 por ciento. El impacto en canasta básica y bolsillo es muy negativo y ya estaba presente en los meses anteriores.
Además al analizar el comportamiento del INPC por objeto del gasto del último reporte de Inegi se aprecia claramente que los aumentos de precios anualizados más relevantes se ubican en: educación y esparcimiento; salud y cuidado personal seguido de alimentos bebidas y tabaco.
Y al comparar las cifras anualizadas con las correspondientes al periodo diciembre 2020-abril 2021 el resultado es peor. Educación y esparcimiento creció a más del doble y en el caso de alimentos, bebidas y tabaco pasó de un índice de 2.67 a uno de 6.08, implica un crecimiento porcentual en los precios en estos productos de 3.41 puntos porcentuales.
Prácticamente todos los renglones de la clasificación por objeto del gasto presentan incrementos porcentuales con estas características, muy altos (veáse gráfica).
Los aumentos en energéticos influyen en forma considerable. Durante este año el precio del petróleo creció 32.24 por ciento. Bueno para las finanzas públicas y para las exportaciones, malo para el crecimiento interno de precios.
Y lo mismo se puede decir del efecto que provoca en la inflación la incipiente reactivación económica que ya se ha hecho presente a nivel internacional y también aquí. No es el crecimiento per se sino sus características, ya quedó demostrado que los aumentos salariales nunca han causado inflación.
En tanto que para la macroeconomía del país aparentemente no hay mayor problema, las calificadoras internacionales siguen aprobando.
Según información vertida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Fitch Ratings ratificó la calificación crediticia para la deuda soberana de México en BBB- con perspectiva estable, destacó:
- Prudencia en política fiscal
- Sólido desempeño de las finanzas públicas
- Niveles bajos de deuda
- Marco de política macroeconómica consistente
¡Cuidado! estas cosas ya repetidas en muchas ocasiones y ampliamente conocidas tienen como compañeras “naturales”: desigualdad y pobreza, porque en eso radican estos “éxitos”, son su base natural y normal, inequivocadamente.
Y la certeza de lo anterior está muy a la mano, las dan los resultados contrastantes del mercado laboral, se acaban de publicar los resultados de ENOE-Inegi para el primer trimestre de 2021, de ahí sobresalen aspectos tales como:
- La tasa de participación económica femenina es de 41.7 -versus- 74.2 por ciento en los hombres. En 2020 la tasa de participación de las mujeres que regularmente muy baja, llegó a caer hasta en un poco más de 30 por ciento.
- Una disminución de 1.6 millones de personas en la PEA, lo que se refleja en una Tasa de Participación Económica de 57.1 por ciento, cifra 2.8 puntos porcentuales inferior a la del mismo trimestre de 2020. Sigue habiendo un número muy importante de población sin ingresos y con salarios muy bajos.
- En Población Ocupada (empleada) para mujeres se aprecia una disminución de1.5 millones respecto al mismo período del año anterior, la cifra total es de 20.3 millones. Dicho de otra manera: hay 1.5 millones y un poco más sin empleo, en especial considerando o sumando la llamada “PEA disponible”, mujeres buscando empleo sin encontrarlo desde meses atrás.
- En contraste, los datos del desempleo masculino son mucho menores como siempre, aparentemente disminuyó en 604 mil el número de empleados, cifras anualizadas.
Las ciudades con los niveles más altos de desocupación y de acuerdo a Inegi son: Cancún (10.9), leáse contración del Turismo de más del 24 por ciento por pandemia y para variar sin apoyo gubernamental; Ciudad de México (7.4 ) y León con 6.9 por ciento, datos al primer trimestre de 2021.
Finalmente y regresando a la calificación que dieron para México esas preciadas “calificadoras” baste recordar que éstas no consideran ningún aspecto de esta cruda realidad por la que atraviesa la gran mayoría de la población, de hecho gracias a esa pobreza es que sus resultados son MB de diez, o excelencia. Se llama “capitalismo de libre mercado”, si le gustan las etiquetas. Y no es un camino único o sin salida.