Manuel Ibarra Santos
En la presentación, la semana pasada, del libro titulado Periodismo de Investigación en el Ámbito Local, editado por el INAI y promovido en Zacatecas por la consejera Norma Julieta del Río, quedó subrayada la importancia que tiene el ejercicio del derecho ciudadano a la información pública, en la construcción de la noticia que difunden en la actualidad los medios de comunicación digitales y/o tradicionales.
La presentación de este importante texto se efectuó en un contexto nacional de fuertes agresiones en contra de periodistas y de amenazas graves para el ejercicio de la libertad de expresión. Esta última, generada lamentablemente, desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El derecho de acceso a la información pública se ha constituido, efectivamente, en una prodigiosa herramienta de la cultura de la transparencia, para denunciar actos de corrupción e impunidad, cometidos desde los espacios del poder público.
Pero existe una condición necesaria para ejercer ese importante derecho de acceso a la información pública: contar con organismos garantes, nacionales y locales, que protejan el cumplimiento de esa prerrogativa consagrada en la Constitución.
A través de la historia, los derechos de acceso a la información pública y la cultura de la transparencia, nacieron indisolublemente de la mano del periodismo. Y a la inversa, también.
Lo anterior quiere decir que la construcción de la noticia en el escenario actual, tiene un componente esencial: el ejercicio irrestricto del derecho de acceso a la información pública, garantía legal que tiene en sus manos todo ciudadano.
Quizá, la influencia que en el periodismo tiene el derecho de acceso a la información pública ciudadana, sólo sea superado por el impacto que el uso de las nuevas tecnologías ejerce en los procesos masivos de comunicación.
La tecnología ha revolucionado ya al periodismo, en especial el componente de la digitalización.
Por este factor, el modelo de comunicación vertical y horizontal, típico del viejo modelo “media/céntrico”, ha sido reemplazado por uno horizontal y multidireccional, en el que los individuos son tanto productores como consumidores de contenidos, al igual que emisores que receptores.
El uso intensivo de la tecnología digital, ha conducido a la quiebra y al derrumbe del paradigma de comunicación de masas que estuvo vigente durante la era industrial y que dejó de ser funcional en la actual época de la digitalización.
Eso ha conducido a un proceso de desintermediación: los individuos ya no dependen sólo de los periodistas para saber y ser escuchados. Ahora los ciudadanos tienen el control: ven, escuchan, dicen lo que quieren, cuando y donde quieren. El periodismo dejó de ser monopolio sólo de los periodistas. Así de sencillo.
Para muchos, el periodismo tal vez no desaparece, pero si requiere de un nuevo perfil de profesional del ramo, con renovados marcos jurídicos, que se ha tardado en ser actualizados.
LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
Promovido por el INAI, con el respaldo de la consejera Norma Julieta del Río Venegas, el libro titulado “Periodismo de Investigación en el Ámbito Local, Transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”, coordinado por Sandra Romandía, se presentó el pasado viernes en el auditorio del IZAI.
Licha obra, (que por cierto se encuentra en versión digital en la plataforma del INAI), se compone de una rica y fascinante estructura de seis capítulos, que representan a su vez 6 profundas investigaciones, rigurosamente documentadas sobre actos de corrupción, en el ejercicio del poder público en los Estados de México, Puebla, Hidalgo, Sonora, Sinaloa y Baja California.
En este texto de gran valor cultural, se nos describen los corruptos negocios inmobiliarios en el Estado de México; las empresas públicas fantasmas en Puebla; el lavado de dinero público a través de la organización de espectáculos artísticos, en Sonora; el uso de empresas familiares consentidas, en Hidalgo; los negocios patrimonialistas al servicio de unos cuantos, en Sinaloa; y los gastos dispendiosos de los diputados del Congreso de Baja California, para apoderarse de decenas y cientos de millones de pesos.
Dichas investigaciones periodísticas, tuvieron un denominador común. Todas, para su concreción, usaron como estrategia, herramienta, componente y factor, el derecho de acceso ciudadano a la información pública.
Las investigaciones periodísticas comentadas, contaron con nombre y apellido. Fueron realizadas por Ernesto Aroche Aguilar, Priscila Cárdenas, Axel Chávez, Miriam Ramírez y Eduardo Villa.
Como comentaristas en la presentación del referido libro participaron el consejero nacional del INAI, Francisco Javier Acuña; Raymundo Cárdenas Vargas, director del periódico la Jornada Zacatecas; José Alfredo Beltrán, comisionado del CEAIP, Sinaloa; Sandra Romandía, coordinadora editorial de la obra; y Manuel Ibarra Santos. Moderó el evento Sergio Octavio Contreras Padilla.
La presentación por el INAI del libro Periodismo de Investigación en el Ámbito Local, se realizó exactamente en ocasión del 300 aniversario de la fundación de “La Gaceta de México”, la primera en su tipo editada en Hispanoamérica, obra del zacatecano Juan Ignacio María de Castorena Ursúa Goyeneche y Villarreal.
AMENAZAS CONTRA EL PERIODISMO:
Dos fuertes amenazas gravitan sobre el ejercicio del periodismo en México. La primera tiene que ver con la violencia criminal que ha cobrado, en lo que va del presente año, tres vidas de profesionales de la comunicación, dos en Baja California y una más en Veracruz. Estos crímenes tienen que parar.
La segunda amenaza está asociada con la resolución emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la que por mayoría ordenó, que cualquier contenido en estaciones de radio y televisión, deben diferenciar entre “información noticiosa y opinión, de quien la comunica”. Sin duda, esto es una barbarie y un atentado en contra de la libertad de expresión, que se debe detener.