Manuel Ibarra Santos
La renovación/reforma de la Universidad (y con ello el cambio radical de paradigma en la educación superior), a fin de colocarle a la vanguardia de los procesos de transformación integral de la sociedad, es hoy una de las más elevadas prioridades que tiene Zacatecas, si es que se pretende impulsar cambios efectivos en la estructura económica y social, que produzcan desarrollo y bienestar en nuestra entidad.
La educación superior es en la actualidad el subsistema de enseñanza en Zacatecas (de todos los que operan en el Estado), el que mayores rezagos padece en materia de calidad, de indicadores de eficiencia, de cobertura, de oferta de licenciaturas, de modelos de gestión y de financiamiento. Y bajo esa circunstancia, poco o nada se podrá hacer para cambiar el horizonte zacatecano de prosperidad.
La educación superior marcha desordenadamente en Zacatecas a través de la presencia de más de diez (10) subsistemas de enseñanza terciaria, que se desplazan en forma desarticulada cada uno por su lado, sin integración, duplicando la oferta, sin planeación estratégica y con licenciaturas (muchas de ellas) terriblemente obsoletas, que no inciden en la modernización del mercado estatal de trabajo.
Y es que, sí para algo debe servir la oferta de licenciaturas es, indudablemente, para modernizar la conformación del mercado laboral y ocupacional, hecho que no está sucediendo en el contexto zacatecano. Al contrario, se le mantiene en una circunstancia de nefasta obsolescencia.
La eficiencia terminal de la enseñanza terciaria en Zacatecas alcanza el 50%, lo que quiere decir que de 100 alumnos que ingresan al nivel, apenas egresan 50, cuando en Aguascalientes es de 90. La cobertura para atender a la población en edad de cursar una licenciatura en nuestro Estado es del 36%, cuando el promedio nacional es del 42%.
Es evidente que en Zacatecas no existe cultura de aseguramiento de la calidad de la educación superior, como tampoco la tenemos en los otros niveles escolares, lo cual es una tragedia de dimensiones inconmensurables para el desarrollo. ¿Cómo formular la generación de políticas públicas que estimulen la prosperidad, bajo estas condiciones de miserable mentalidad? Imposible.
Es tiempo de que se impulse la transformación de fondo de la educación superior en Zacatecas, a efecto de que se le ubique a la vanguardia del cambio de nuestra sociedad. Y en ese sentido, la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), habrá de jugar, como siempre, su rol y papel de institución líder.
Funcionan en el país 5 mil 794 escuelas de educación superior que atienden una matrícula alrededor de cuatro millones de alumnos. Del total de planteles, el 60% son con financiamiento privado y el 40% son públicas. En cambio, la matrícula de estudiantes es contraria: 60% pública y 40% privada.
En el caso de Zacatecas, la matricula en educación superior se distribuye el 80 por ciento en instituciones públicas y el restante 20 por ciento, en escuelas privadas.
LA UNIVERSIDAD Y EL CAMBIO.
La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) ha iniciado en la etapa rectoral de Rubén Ibarra, un proceso de reforma integral, con la finalidad de ajustar su oferta a la demanda de la sociedad zacatecana. Esto es, sin duda, trascendente para nuestra entidad y en particular para el rumbo futuro que pudiera tomar la educación superior zacatecana.
Lo que sucede hoy en la UAZ es seguido con verdadera atención (con lupa) por la SEP, y, de manera muy especial por el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro. Este último ha colocado a la Universidad zacatecana, en un espacio de particular protagonismo en el contexto nacional.
Tan es así, que la UAZ se convirtió por decisión del gobierno de la República, <a través de la SEP>, en una de las tres instituciones (las otras dos son la UNAM y la Universidad Iberoamericana) invitadas a la próxima Tercera Cumbre Mundial de Educación Superior, organizada por la UNESCO, los días del 17 al 20 de mayo entrante, a celebrarse en Barcelona, España. En esto influyó igualmente el doctor Axel Didriksson.
Ojalá esta oportunidad sea aprovechada al máximo, más allá de “grillas” estériles, con la finalidad de que se apoye con decisión a la educación superior de Zacatecas
El proceso de reforma que se ha iniciado en la UAZ tendrá que considerar la transformación de su modelo de organización y quizá avanzar hacia el paradigma de Universidad de la Innovación, que le permita modernizar de manera integral oferta y sus estructuras. Los universitarios tomarán la decisión final, pero la sociedad tiene también la responsabilidad de emitir su opinión.
La UAZ desde su fundación en 1832 a la fecha, registra a lo largo de estos 190 años de historia, al menos ocho importantes etapas de evolución. Aunque los procesos de reforma en la época contemporánea iniciaron en la década de los setentas del siglo XX.
CAMBIO DE FONDO:
Zacatecas requiere con urgencia de un sistema de educación superior de vanguardia, eficiente, efectivo y de calidad.