Filomeno Pinedo Rojas
Gratifica saber que las familias de desplazados, por la violencia criminal, de las comunidades de la región norte del municipio de Jerez están regresando a sus viviendas, para atender sus potreros de siembra y ganado, buscando rehacer su vida con el acompañamiento y respaldo del gobierno de David Monreal Ávila, en coordinación con las autoridades municipales y el gobierno federal.
Hace algunos meses parecía tan lejano, por lo complicado del problema que, a pregunta expresa, sobre la fecha precisa en que las familias desplazadas de las comunidades de Jerez podrían regresar a sus hogares, el gobernador Monreal contestó: “esa fecha no la sabe ni Obama”, lo que desató un mar de críticas en muchos medios de “información”, páginas web y redes sociales, que trivializaron el drama que han padecido cientos de expulsados.
Y es que en el 2019, el problema de la expulsión de familias de sus comunidades, y la pérdida de sus bienes y vida de personas, ya era serio, agravándose en el 2020 y 2021, cuando las bandas armadas prácticamente se asentaron en los poblados de la región, ante la aparente complacencia del gobierno de Alejandro Tello, que ni por equivocación se fijó en el tema, dando en los hechos carta de residencia a los criminales, en perjuicio de los campesinos que tuvieron que emigrar a la ciudad de Jerez y otros lugares.
Meses de trabajo del gobierno del estado, corporaciones de seguridad federales y estatales, autoridades del municipio y los mismos desplazados, han demostrado a propios y extraños que cuando se tiene voluntad y compromiso con la ciudadanía, se pueden resolver los problemas, como éste de inseguridad, que el gobernador ha denominado “el tema de temas”.
Otro caso es el de la marcada disminución de los homicidios violentos en territorio zacatecano desde que el gobernador David Monreal tomó posesión del cargo, ya que con Tello se registraron las cifras mal altas de vidas tomadas por el crimen organizado, llegando a 189 en el último mes de su gestión, lo que significó más de 11 muertes por cada 100 mil habitantes, y que ahora a descendido a 7 homicidios por cada 100 mil, según la estadística federal para el mes de abril.
Y en cuestiones de seguridad también se pudiera mencionar que, con el gobierno de Tello, el número de robos registró cifras hasta de 731 por mes, con disminución solo en los primeros 3 meses de la pandemia, para luego retomar su ascenso al grado que todavía en noviembre anterior, el número de robos en general andaba en 618, y ahora se ha disminuido a 453 al mes de abril último.
La evidente mejoría en el objetivo de pacificación de Zacatecas, no ha recibido la valoración de muchos medios de comunicación nacionales o estatales o páginas web que, al contrario, cuales agoreros del desastre, se sacian magnificando cada hecho delictivo, con la aviesa intención de querer demostrar que con el gobierno de Monreal estamos peor. Cosa a todas luces falsa, pero que así conviene a los enemigos de la Cuarta Transformación de Zacatecas. Por el bien de todos, la esperanza es que se continúe con la ruta muy marcada que aquí se muestra y se demuestra.