Filomeno Pinedo Rojas
El Estado de México ha sido tomado por la fuerza político-electoral de la Cuarta Transformación al haberse alzado con la victoria, en la jornada de este domingo 4 de junio, la maestra Delfina Gómez Álvarez, candidata a gobernadora respaldada por la alianza “Juntos hacemos historia” integrada por los partidos Morena, del Trabajo y Verde Ecologista, que barrió con la coalición del PRI-PAN-PRD y Nueva Alianza con su candidata Alejandra del Moral.
Hay que recordar que el Edomex nunca, desde 1920, había sido gobernado por otra fuerza política que no fuera el PRI desde 1941, cuando adoptó este nombre y dejó de llamarse PNR (Partido Nacional Revolucionario), que fue el nombre con el que gobernaba hasta entonces.
Con este triunfo de las fuerzas de la coalición “Juntos hacemos historia”, en el estado más poblado del país, con más de 17 millones de habitantes, se potencia la capacidad de continuación del régimen instaurado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, denominado de la Cuarta Transformación y se aleja la posibilidad de retorno del PRI y PAN.
Cuando se lleva el 31 por ciento de las actas computadas, la candidata Delfina Gómez Álvarez de Morena-PT-Verde aventaja con el 53,7 por ciento de votos a su favor, mientras que la candidata del PRIANRDNA, lleva el 43.4 por ciento, lo que consolida una tendencia irreversible del triunfo para la morenista.
Por el contrario, en el estado de Coahuila, donde también hoy se elige gobernador, el triunfo será para el candidato del PRI-AN-RD, Manolo Jiménez Salinas, ya que, con casi la mitad de las actas computadas, la votación le favorece con 56.9 por ciento, mientras que el candidato de Morena se ubica en segundo lugar con el 21.3 por ciento de los votos y en un lejano tercer lugar el candidato del PT con 13.4 por ciento para quedar el Verde en último sitio con el 5.9%.
La lección que se envía desde el Estado de México es que, si las fuerzas López Obradoristas se mantienen unidas, sin permitir ser infiltradas por intereses mezquinos, el triunfo estará prácticamente asegurado, porque los mexicanos desconfían de quienes no anteponen los intereses del pueblo y se enfrascan en guerritas que no los representan, como el caso de Mejía Berdeja que hasta el último minuto aseguraba que a él lo respaldaba la mayoría de los coahuilenses y se opuso a dar la unidad, resultando al final con un pírrico tercer lugar de 13 por ciento y dándole la oportunidad al PRI de permanecer en el gobierno.
