Elecciones

congreso05archivocimacAnte el desgaste de la clase política, buscan diluir la imagen con estos personajes populares, dice analista

Anayeli García Martínez

Cimacnoticias | Ciudad de México.- 04/04/2018

Sin importar que no tengan experiencia política, militancia partidaria, conocimientos parlamentarios o propuestas para implementar políticas públicas, actrices, cantantes y comediantes son algunos de los perfiles postulados por los partidos políticos para competir por una diputación federal o una senaduría.

En el actual proceso electoral para renovar la Cámara de Diputados y el Senado, mujeres de la farándula como la comediante María Elena Saldaña Ramírez, “La Güereja”; la cantante Susana Harp Iturribarria; o la presentadora de televisión, María Lilly del Carmen Téllez García, “Lilly Téllez”, buscarán una curul en San Lázaro o en el edificio de Avenida Paseo de la Reforma.

Durante décadas, el movimiento feminista y mujeres políticas pugnaron para que los partidos estuvieran obligados a abrir espacios a las mujeres, particularmente para que fueran candidatas y compitieran por puestos de elección popular. En un primer momento los avances beneficiaron a las militantes de los partidos pero hoy ya no es necesario profesar alguna ideología partidista.

Una de las frases de las expertas en participación política de las mujeres es “cuerpo de mujer no garantiza conciencia de género”, a la par hay corrientes feministas que han trabajado para que más ciudadanas puedan participar en la toma de decisiones sin que la acumulación de experiencia o la adhesión a una corriente política sea un obstáculo.

En las listas de candidaturas presentadas por los partidos y avaladas por el Instituto Nacional Electoral (INE) el pasado 30 de marzo abundan nombres de personas sin experiencia política, o provenientes de la farándula. Ellas buscarán ganar una de las 64 senadurías de mayoría relativa, y 64 pluris; o de las 300 diputaciones que se eligen por voto ciudadano, y 200 de representación proporcional.

Por ejemplo la Coalición “Juntos Haremos Historia”, que agrupa a Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES), postuló como candidatos a diputados al actor Sergio Mayer Breton, al comediante Ausencio Cruz Antillón y al actor y cantante Ernesto Vargas Contreras, conocido como Ernesto D´Alessio.

También en la carrera por una diputación federal por voto directo y por el principio de representación proporcional, está el actor y conductor Ernesto Laguardia Longega, en la primera vía postulado por la coalición que encabeza el PRI y en la segunda vía por el Panal.

En el caso de las mujeres, el PES postuló a la comediante María Elena Saldaña Ramírez, “La Güereja”, como candidata a diputada federal; y la Coalición encabezada por Morena postuló a la cantante Susana Harp Iturribarria y a la comunicadora María Lilly Del Carmen Téllez García, “Lily Téllez”, para el Senado; a su vez la coalición del PRI abandera a la actriz Ruth Gabriela Goldschmied Guasch, “Gabriela Goldsmith”, para llegar a ser diputada federal.

La doctora en Ciencia Social y académica del departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, Ivonne Acuña Murillo, asegura que estas postulaciones son parte de una estrategia para hacer frente al desgaste de la clase política, de los partidos, y de quienes hacen política. El objetivo, explica en entrevista, que la ciudadanía no asocie a estos personajes con los partidos y les otorgue su voto.

La estrategia no es nueva, por ejemplo, en 2015 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) postuló a la actriz Carmen Salinas como candidata a una diputación por la vía plurinominal, cargo que se obtiene sin la necesidad de hacer campaña porque son lugares que se asignan dependiendo del porcentaje de votación que recibe el partido. A la fecha la actriz ha propuesto cuatro puntos de acuerdo en casi tres años.

Mientras mujeres como Carmen Salinas no han tenido empacho en negar que no tienen una agenda parlamentaria y qué no sabe qué hacer durante las sesiones y las votaciones de las legislaciones que se debaten, las mujeres han exigido el derecho de ser candidatas, tener recursos para capacitación y llegar mejor preparadas a los procesos electorales. 

Cuando en 2014 México abandonó las cuotas de género  (60-40) promovidas por mujeres políticas y el movimiento feminista para garantizar más mujeres compitiendo, el Congreso elevó a rango constitucional la paridad de género, es decir el 50-50, y con ello se promovieron modificaciones a las leyes secundarias.

Desde ese año las Leyes Generales de Partidos Políticos (LGPP); y de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), obligan a los partidos a buscar la participación efectiva de las mujeres al reservarles la mitad de las candidaturas a senadurías y diputaciones federales.

El Artículo 232, párrafo 2 de la LGIPE señala que estas candidaturas por ambos principios, voto directo y plurinominales, se deben registrar por fórmulas de titular y suplente del mismo sexo y salvaguardando la paridad entre los géneros.

En este proceso electoral los nueve partidos políticos participan en tres coaliciones; es decir, registraron una candidatura común para la Presidencia de la República, pero además, van en alianzas parciales en 300 diputaciones federales y 64 senadurías, cargos que se elegirán por voto directo de la ciudadanía.

La Coalición del PRI y los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), denominada “Todos por México”, postulará 133 diputaciones y 64 senadurías comunes; mientras que los partidos Morena, PT y PES van juntos con 292 diputaciones y 62 senadurías

Por su parte la Coalición “Por México al frente”, integrada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) abanderarán 283 postulaciones a diputaciones y 30 a senadurías. La mitad de estas candidaturas son para mujeres.

A decir de Acuña Murillo hay que considerar que un principio de la democracia es que cualquier ciudadana tiene derecho a votar y ser votado, es decir cualquiera puede aspirar a ser legislador federal.

La Constitución  Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, en sus Artículos 55 y 58, requisitos básicos como edad mínima, ser residente del estado donde será la elección y no tener cargos como autoridad electoral o ministerio religioso, entre otras obligaciones para ser legislador federal. 

“En ese sentido, no se le podría negar a nadie salvo que tuviera problemas con la ley o no cumpliera con estos requisitos”, afirma la analista.

Si bien cualquier persona puede aspirar a tener una candidatura, lo cierto es que las mujeres han logrado una legislación que obliga a las agrupaciones políticas a destinar 3 por ciento de su financiamiento ordinario a la capacitación y promoción de liderazgos femeninos para que lleguen a los cargos preparadas.

Esta disposición está en el Artículo 51 de la LGPP y en los Artículos 186 al 189 del Reglamento de Fiscalización del INE. A pesar de este logro, ahora los partidos han optado por dar las candidaturas a personas externas, fenómeno que a decir de la especialista, “muestra el desgaste político de partidos y de quienes hacen política”.

Acuña agregó que este tipo de postulaciones también busca que los partidos tengan el mayor número de curules posibles, porque un tema será ganar la Presidencia y otra tener al Congreso en contra como ha sucedido desde 1987 cuando el PRI perdió la mayoría en el Legislativo, lo que obliga al partido en el poder a negociar con las otras fuerzas políticas para sacar avante leyes, iniciativas y reformas.

La académica añade que lo que se está viendo en México y el mundo es que en las campañas electorales lo que importa es la imagen pública, tanto la imagen física, como la de los valores; y cómo se posicionan las y los candidatos, por lo cual es probable que en estas campañas veamos pocas propuestas y muchos spots.

Actualmente la Cámara de Diputados está integrada por 285 hombres y 215 mujeres, es decir 43 por ciento de presencia femenina. La primera fuerza política es el PRI con 40.6 por ciento de legisladores y le sigue el PAN con 21.6 por ciento. En el Senado hay 77 varones y 51 mujeres, ellas representa el 40 por ciento de legisladores.

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