Andrés Manuel López Obrador rindió protesta como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos en el Congreso de la Unión
Ciudad de México. Tras recibir la banda presidencial de manos del presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, aseguró que su gobierno representará a ricos y pobres, creyentes y librepensadores.
“Vamos a gobernar para todos, pero vamos a dar preferencia a los vulnerables y los desposeídos. Por el bien de todos, primero los pobres”, expresó.
Por mandato del pueblo, dijo, iniciamos la Cuarta Transformación de la vida pública de México y un cambio en el régimen político.
“A partir de ahora se llevará a cabo una transformación profunda y radical porque se acabará con la corrupción y la impunidad; se acabará con lo que impide el renacimiento de México”, subrayó el titular del Ejecutivo.
El presidente se comprometió con los mexicanos a rendir las mejores cuentas a los mexicanos y a acabar con la corrupción para lograr un México de paz y justicia.
“Llegué a la presidencia después de muchos años de lucha personal y colectiva (…) llegamos después de muchos años sin dejar la dignidad en el camino, manteniendo en alto nuestros ideales, nuestros principios. Mi honestidad es lo que estimo más importante en mi vida. Estoy preparado para no fallarle al pueblo”, apuntó.
“Empeño mi honor y mi palabra. Gobernaré con entrega total a la causa pública”, agregó.
ESTADO DE BIENESTAR
El nuevo jefe del Ejecutivo federal detalló que más de tres décadas bajo el modelo neoliberal han perjudicado seriamente a México: “Lo digo con realismo y sin prejuicios ideológicos: la política económica neoliberal ha sido un desastre”.
Por ejemplo, expuso que en este periodo el poder adquisitivo del salario mínimo se ha deteriorado en 60 por ciento y el salario de los mexicanos es de los más bajos del planeta. Tenemos el doble de enfermos de diabetes en comparación con países de América Latina. “Durante el periodo neoliberal nos convertimos en el segundo país del mundo con mayor migración. Viven y trabajan en Estados Unidos, 24 millones de mexicanos. Y por lo que hace a la violencia, estamos en los primeros lugares del mundo.”
Por ello, explicó uno de sus primeros compromisos como presidente de México: “Hoy presento formalmente a este Congreso reformas constitucionales, proyectos de reforma a la Constitución, para establecer el Estado de Bienestar y garantizar el derecho del pueblo a la salud, la educación y a la seguridad social.”
A partir de hoy, señaló, “el Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales, no se seguirá desplazando a la justicia social de la agenda del gobierno”.
INVERSIONES NACIONALES Y EXTRANJERAS ESTÁN SEGURAS
Explicó que el Gobierno de México tomará diversas medidas que encauzarán la economía: “No gastaremos más de lo que ingrese a la hacienda pública. Se respetarán los contratos suscritos por los gobiernos anteriores, pero ya no habrá más corrupción ni influyentismo en negociaciones con empresas particulares.
“Me comprometo, y soy hombre de palabra, a que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras y se crearán condiciones hasta para obtener buenos rendimientos, porque en México habrá honestidad, estado de Derecho, reglas claras, crecimiento económico y habrá confianza.”
Asimismo, refrendó el compromiso de respetar la autonomía del Banco de México, y agregó que se encuentra en proceso la elaboración del presupuesto que hará posible el rescate de las industrias eléctrica y petrolera.
DESHONESTIDAD DE LOS GOBERNANTES, EL PEOR DAÑO AL PAÍS
López Obrador expuso que uno de los ejes de acción del Gobierno de México será erradicar la corrupción y la impunidad, estrechamente vinculadas con el modelo económico que imperó hasta el día de hoy:
“El distintivo del neoliberalismo es la corrupción. Suena fuerte, pero privatización ha sido en México sinónimo de corrupción. Desgraciadamente casi siempre ha existido este mal en nuestro país, pero lo sucedido durante el periodo neoliberal no tiene precedente en estos tiempos que el sistema en su conjunto ha operado para la corrupción. El poder político y el poder económico se han alimentado y nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de las riquezas de la nación.”
El presidente expuso que a la Cuarta Transformación le corresponde “convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno” para revertir la profunda crisis ocurrida en México a causa del fracaso del modelo económico neoliberal y del predominio “de la más inmunda corrupción pública y privada”.
“En otras palabras, como lo hemos repetido durante muchos años, nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y de la pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo. Esa es la causa principal de la desigualdad económica y social, y también de la inseguridad y de la violencia que padecemos.”
La respuesta del Estado será terminar con fueros y privilegios en todos los niveles de la administración pública, implementar el plan de austeridad republicana y, sobre todo, establecer un límite importante:
“La separación del poder económico del poder político. El gobierno ya no será un simple facilitador para el saqueo, como ha venido sucediendo. Ya el gobierno no va a ser un comité al servicio de una minoría rapaz. Representará a ricos y pobres, creyentes y libres pensadores, y a todas las mexicanas y mexicanos, al margen de ideologías, orientación sexual, cultura, idioma, lugar de origen, nivel educativo, o posición socioeconómica. Habrá un auténtico estado de Derecho, tal como lo resume la frase de nuestros liberales del siglo XIX: Al margen de la ley, nada y por encima de la ley, nadie.”
Información y foto: portal de AMLO/ Presidencia de la República