Sociedad

DESPERinden homenaje póstumo al docente universitario jubilado, formador de generaciones de fotógrafos en Zacatecas

"El Torque" falleció la mañana del jueves; sus restos descansan el el panteón de Jardínes del Recuerdo en esta capital

 

Con la presencia de familiares, amigos, compañeros, integrantes de la comunidad universitaria, fotógrafos y artistas de diversas disciplinas, fue despedido el maestro Eduardo Román Quezada, “El Torque”, quien durante 25 años coordinó el Taller de Fotografía de la UAZ,  del que fue miembro fundador.

 En homenaje de cuerpo presente, celebrado en el patio central del edificio de rectoría, el coordinador del Área de Arte y Cultura, Alfonso Vázquez Sosa, ofreció una semblanza de Román Quezada, extraída del  Diccionario Biográfico Universitario de Zacatecas, del historiador José Enciso Contreras.

Entre otros datos, destacó que Eduardo Román coordinó del Taller de Fotografía de la Universidad desde 1977 y hasta 2002, año en que se jubiló;  publicó dos ediciones  de “Imágenes zacatecanas, recopilación de retratos de época, 1869-1930”, y participó en 25 exposiciones individuales, así como en 40 colectivas.

 Vázquez Sosa agregó que en 2014, con motivo del  40 aniversario del Taller de Fotografía  y en virtud de su trabajo al frente del mismo, “Torque” recibió reconocimientos por parte de la máxima casa de estudios del estado y por la Fototeca de Zacatecas.

Previo a la lectura del poema “Amigo, hermano, compañero”, dedicada a Román Quezada y de la autoría del maestro Abel García Guízar, este último afirmó: “Todos lo queríamos. No lo querían quienes no lo conocieron”.

 Por su parte, el fotógrafo Cuauhtémoc Padilla Bernal habló de la cercanía que tuvo con el homenajeado y su familia, expresando que “las palabras se quedan cortas ante el vacío que deja perder a un amigo”. Al tiempo de considerar a a “El Torque, el maestro de la fotografía”, manifestó que “no cualquiera puede celebrar 40 años” en esta actividad.

Para Jaime Robledo, representante de la Fototeca de Zacatecas, Román Quezada “fue un privilegiado conocedor de los secretos de la luz”. Asimismo, lo calificó como “un académico de la imagen, documentalista de movimientos sociales, de la comunidad creativa y de la vida cotidiana regional”.

En su opinión, “una característica que identificaba su vigor y la permanente búsqueda de la composición y la forma” del docente universitario fue “el rigor técnico,  la búsqueda y experimentación con otras disciplinas”.

 El homenaje de despedida al fotógrafo universitario inició y finalizó con aplausos de los presentes, quienes  montaron guardias de honor. El acto contó con la intervención de integrantes de la Camerata de la Ciudad de Zacatecas.

(Texto de Jaime Robledo)

Eduardo Román Quezada (26-1-1952, Juchipila, Zacatecas-12-2-2015, Zacatecas, Zacatecas).

Eduardo Román Quezada fue un privilegiado conocedor de los secretos de la luz. Como pocos, entendió las infinitas posibilidades que ofrecen las múltiples gradaciones que van del blanco al negro, y la vasta posibilidad de los colores en la búsqueda de la materialidad, la textura y la forma.

Torque, como afectuosamente le decíamos, fue un académico de la imagen. Documentalista de movimientos sociales, de la comunidad creativa y de la vida cotidiana regional. Deja un enorme acervo que documenta la vida política y social desde el último cuarto del siglo pasado hasta el presente. Será necesaria una gran actividad de investigación para catalogar, organizar, dilucidar y analizar la inmensidad de imágenes en las que registro acontecimientos, personajes, sitios y eventos que conformaron la rica, diversa y compleja realidad social de los últimos cuarenta años en la entidad.

En cerca de 30 exposiciones individuales y cerca de 40 colectivas, Eduardo Román nos aproximó a su enorme producción fotográfica, donde el rigor técnico, la búsqueda y la experimentación con otras disciplinas y técnicas fue una característica que identificaba su vigor y la permanente búsqueda de la composición y la forma.

El profesor Eduardo Román nos lega toda una trayectoria en el ámbito de la enseñanza de la fotografía, en la que fue un extraordinario artífice y soporte durante los cuarenta años de ininterrumpida actividad en el taller de fotografía de la UAZ, el cual coordinó desde 1976 a 2002, periodo en el que decenas de egresados aprendieron con su atenta dirección, y para muchos y muchas, constituyó la entrada al espacio de la creación.

Las decenas de exposiciones que organizó y coordinó con sus alumnos, significaron una plataforma de expresión de gran potencia creativa para alumnos de pocos recursos que de otra forma jamás hubieran tenido la posibilidad de acceder al circuito creativo, esa es, en mi opinión, uno de sus más admirables aportes, el haber formado, apoyado y encausado a una gran cantidad de generaciones de jóvenes universitarios y público en general, para ejercer, con la fotografía, una actividad creativa y de comunicación de enormes proporciones que permeó a toda la sociedad zacatecana, desbordándose incluso a otras entidades.

Maestro Eduardo Román Quezada, agradecemos tu aporte gráfico, tu ingenio para la creación, la enseñanza generosa y desinteresada, las grandes y enjundiosas conversaciones entre tazas de café en La Bodeguilla y otros espacios, y el agudo análisis de tu obra fotográfica y la de tus contemporáneos, sin dejar de atender la de otras latitudes en varias épocas. Buen viaje, y hasta siempre.

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