Zacatecas. Los cofrades se desplegaron por el primer cuadro de la ciudad capital y luego escenificaron las tradicionales batallas entre moros y cristianos

El gobernador Miguel Alonso fue testigo de una de las tradiciones más importantes del estado, las Morismas de Bracho, en la que este domingo participaron un total de 10 mil cofrades durante el desfile que recorre las principales calles del Centro Histórico, partiendo desde Lomas de Bracho, a donde regresaron para escenificar las batallas entre moros y cristianos.

Alonso Reyes fue partícipe de esta fiesta religiosa que reúne alrededor de 70 mil espectadores, año con año, y que se dieron cita en el cerro de San Martín para presenciar una de las representaciones más antiguas y emblemáticas del estado, las Morismas de Bracho.

En el desfile participaron ocho batallones turcos y ocho cristianos, cada escuadrón con dos batallones de artilleros y bandas de guerra, tanto infantiles como mixtas, a las que se sumaron cofradías hermanas.

Durante el parte militar se informó que participaron un total de 4 mil 200 turcos, 50 bandas de guerra, más de 200 espadachines y 36 piezas de artillería.

Asimismo, intervinieron 4 mil 100 soldados cristianos, 35 bandas de guerra, 150 espadachines y 38 piezas de artillería.

Como cada año, al término del desfile, el titular del Ejecutivo se trasladó al lugar de las escenificaciones para presenciar parte de las batallas, espacio que fue dignificado por el Gobierno del Estado, con una inversión de 22 millones de pesos.

Las fiestas de Bracho son en honor a San Juan Bautista, mientras que las representaciones son referentes a tres acontecimientos de la historia, en los que destaca la Batalla de Lepanto.