Zacatecas. Transcurrió sin incidentes por las principales calles del primer cuadro de la ciudad; participaron mil 200 cofrades
Por invitación del obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, el gobernador Alejandro Tello, acompañado de su familia, presenció en las calles del centro histórico la Procesión del Silencio, una tradición que desde hace siglos une a las familias cada viernes santo y que desde la creación del Festival Cultural forma parte de su programación.
Anoche, en las principales calles del centro de la capital, se congregaron alrededor de 30 mil zacatecanos y turistas provenientes de distintas partes del país y el mundo para observar a los mil 200 cofrades y participantes, constituidos legalmente desde 2004 como asociación civil Procesión del Silencio de Zacatecas, que tiene por objetivo rescatar y preservar las tradiciones más antiguas de esta ciudad.
El gobernador reconoció la organización de los participantes y fieles, para, en coordinación con las autoridades estatales y municipales, realizar de manera respetuosa y exitosa cada año la Procesión del Silencio, que concluyó en la Catedral Basílica y cuyos orígenes datan del siglo XVI.
Como ya es tradición, con rumbo a la Catedral, el contingente que duró dos horas, salió de la Plazuela de García en punto de las ocho de la noche, recorrió las calles Abasolo, Genaro Codina, Fernando Villalpando, Juárez, Hidalgo, plazuela de Santo Domingo, entre otras.
El contingente estuvo encabezado por la Banda Sinfónica de Zacatecas, con la interpretación de piezas fúnebres, seguida de 14 pasos o carros alegóricos, además de la Banda de Música de Tacoaleche, la Banda de Guerra del Pentatlón Heraldo y la Guardia Pretoriana.
Algunas de las parroquias participantes fueron la Cofradía de Monaguillos de la iglesia de Fátima, la capilla de la Soledad, la parroquia de la Sagrada Familia, de Jesús, Santo Domingo, Perpetuo Socorro, San José de la Montaña, Nuestra Señora de la Soledad, entre otras.
El cronista de Zacatecas, Manuel González Ramírez, informó que la Procesión del Silencio que se realiza en esta capital tiene sus antecedentes en la Europa Medieval, ya que tras el descubrimiento de las minas de Zacatecas en 1546, la tradición de conmemorar los días santos con una procesión silente se instituyó a través de los religiosos colonizadores.
Explicó que con información del historiador, Bernardo del Hoyo Calzada, las primeras celebraciones de Semana Santa en la entidad se realizaron en 1550; es decir, sólo cuatro años después del descubrimiento de las minas zacatecanas y, 468 años después, la tradición perdura.
Los participantes estuvieron acompañados de las autoridades de Protección Civil, de la Policía de Seguridad Vial, quien realizó un operativo especial por las calles en las que fue cerrada la circulación, y algunas otras autoridades de seguridad.