Es importante la reeducación respiratoria, además de que las redes familiares ayudan a una pronta rehabilitación
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señaló que las personas que tuvieron COVID-19 y se recuperaron, pueden tener secuelas, por lo que deben considerar la rehabilitación pulmonar.
“La enfermedad puede causar fibrosis, lo que va a limitar en la capacidad funcional, es decir, si el paciente antes caminaba cinco cuadras bien, ahora será sólo una o dos y se va a sentir agitado; hasta para su aseo personal puede llegar a sentirse fatigado”, explicó la especialista del IMSS en rehabilitación pulmonar, Sandra García Triana.
Señaló que si el paciente estuvo mucho tiempo en cama o requirió hospitalización, eso le ocasionó un desacondicionamiento físico, es decir, la persona va a perder fuerza en sus músculos y tiene que volver a readaptarse para integrarse a sus actividades diarias.
La rehabilitación no puede generalizarse, ya que cada paciente debe recibir un tratamiento individualizado, según las características de su estado.
En este aspecto, es importante considerar si es hipertenso, diabético o tiene algún otro padecimiento, por lo que se trabaja de forma coordinada con el área de neumología y se programa el ejercicio que sus condiciones requieren.
La especialista detalló que lo principal es la reeducación del patrón respiratorio, es decir, respirar de forma correcta; señaló que una gran parte de la población no está acostumbrada a realizar una actividad física, y en general, no se respira de la forma en que el cuerpo lo requiere.
Por ello, “lo primero es aprender a respirar y lo más práctico es la respiración diafragmática” Es importante acudir con un especialista que corrobore que esta acción sea adecuada, ya que en muchas ocasiones usamos muchos músculos accesorios al respirar, y limitamos el aire que ingresa a nuestros pulmones, pero no se fortalece el diafragma.
En el caso de los pacientes convalecientes de COVID-19, existen también actividades ahorradoras de energía, que consisten en que el paciente pueda vestirse, bañarse, subir y bajar escaleras, caminar sin fatigarse y aplicarlo durante el proceso de recuperación.
El tiempo de recuperación de la persona dependerá en gran medida de las condiciones de nutrición, estado físico y mental, así como las redes de apoyo en la familia, que son fundamentales para su regreso a la vida habitual.