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Ricardo de la Rosa Trejo ex alcalde de TrancosoEl ex alcalde Ricardo de la Rosa apelará la sentencia que califica de completamente injusta, desproporcionada, disparatada, increíble e imposible de cumplir “¿porqué tanta saña de la Fiscalía?”, interroga

* “Los ciudadanos de Trancoso han conocido desde siempre mi modo honesto de vivir”, dijo; hasta la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP investigó mi patrimonio sin informar nada anómalo

*Denuncia que a su abogado lo amenazaron con quitarle su cédula profesional si lo seguía defendiendo

*Tortuguismo en la CDHEZ respecto a violaciones a sus derechos humanos, señala

Hoy 5 de febrero del año 2021, siendo las 11:00 horas, estoy diciéndole vía telefónica a mi hijo, Ricardo de la Rosa, las siguientes palabras, después de salir de la audiencia en la que se me dio a conocer el fallo del proceso judicial que se inició en mi contra hace poco más de dos años. Le he pedido a mi hijo que escriba y dé a conocer en los medios de comunicación y redes sociales lo siguiente:

A MIS FAMILIARES, AMIG@S, COMPAÑER@S

Y CONOCID@S DE TRANCOSO Y DEL ESTADO

DE ZACATECAS:

Por primera vez desde el 22 de enero de 2019 en que fui detenido por la causa penal número 1346/2018 -y ante el cúmulo de preguntas que sobre mi situación se hacen tod@s aquell@s que me estiman- me dirijo a ustedes desde la cárcel, desde el inframundo del terror, en que me encuentro recluido en el penal de Cieneguillas, Zacatecas, para comentarles que el día de hoy se me dio a conocer el fallo por parte del Tribunal que me juzgó (formado por l@s jueces Gabriela Galván Ortiz como presidenta, Ma. Guadalupe Mireles Puente como relatora y Francisco Javier Chávez Macías como vocal) a mí y al ex tesorero municipal Luis Noriega Picasso, por el delito de peculado. La pena condenatoria que se me impuso, a petición de la representante de la Fiscalía General de Justicia (Lina Beatriz Barbosa López), de la síndica municipal de Trancoso (Mariana Cansino Joaquín) y de su asesor jurídico (Jean Lovis Gallegos Murillo), éstos dos últimos militantes de Antorcha Campesina, fue la siguiente:

Seis años de prisión, pago de reparación del daño por 40 millones de pesos y multa por 80 millones de pesos; sin derecho a ningún beneficio, como por ejemplo salir de la cárcel al cumplir la mitad de la condena.

Como se puede ver, se trata de una sentencia completamente injusta, desproporcionada, disparatada, increíble e imposible de cumplir de mi parte, pues me faltarían años de vida y salud para poder hacerlo, pues el próximo mes cumpliré 63 años de edad, padezco hipertensión arterial (que adquirí aquí en la cárcel) y estoy convaleciente de Covid 19; y en el caso de los 120 millones de pesos que suman la reparación del daño y la multa mencionados, necesitaría entregarles, tanto a la Secretaría de Finanzas como a los antorchos, mi pensión mensual completa que tengo como profesor jubilado, durante ¡333 años!

Durante el juicio, de nada sirvió decirle a l@s jueces que nunca, en las tres veces que goberné Trancoso, tomé un centavo de las arcas municipales (la honestidad es uno de los valores más preciados, por habérmelo inculcado mis padres), además de que los ciudadanos de Trancoso han conocido desde siempre mi modo honesto de vivir; y ellos pueden constatar que he sido el único presidente municipal que pagaba de mi bolsa la gasolina y la comida cuando viajaba a tratar asuntos oficiales; y el único que nunca ocupó chófer de la presidencia, pues sabía que ese personal se necesitaba en la presidencia, por lo que yo mismo manejaba el vehículo oficial en el que me transportaba.

Tampoco sirvió comprobarle a los jueces con documentos originales (facturas, recibos, transferencias bancarias, etc.) que el dinero que se distrajo de algunas obras (entre ellas mejoras al lienzo charro, unidad deportiva, preparatoria, auditorio, templo, plaza Hidalgo), se gastó en satisfacer necesidades de los trancoseños como fueron el pago de recibo de la luz de los pozos y rebombeos del agua potable, becas para estudiantes, sueldos de los trabajadores municipales, mejoramientos de viviendas, apoyos al deporte y la cultura, eventos  de la feria 2015, apoyos varios, etc.

Fue inútil decirle a l@s jueces que la Fiscalía jamás comprobó que me apropié del dinero del pueblo en mi beneficio personal. Desdeñaron también el hecho de que hasta la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público investigó mi patrimonio sin informar nada anómalo al respecto. Por cierto, para hacer dicha investigación me fue bloqueada la tarjeta bancaria con la que cobraba mi pensión de profesor jubilado, dejándome sin ingresos para mantener a mi familia.

De poco sirvió hacerles ver a l@s jueces que su sentencia es desmesurada y absurda, considerando que en el año 2015 el municipio de Trancoso recibió un total de recursos por la cantidad de 132 millones de pesos y que, si como dan a entender yo tengo en mi poder 120 millones de pesos, que son los que quieren que regrese, entonces ¿en ese año con qué dinero se pagó el funcionamiento y operación del municipio (sueldos, gasolina, alumbrado público,  insumos,  obras, programas, etc.)? Nunca me contestaron esa pregunta.

Igualmente de nada sirvió hacerles ver a l@s jueces que ellos no son competentes para conocer de mi caso, por el hecho evidente de que se trata de recursos de origen federal y, por lo tanto, son las autoridades de ese orden de gobierno las que debieron hacerlo.

No comprendo el porqué de la saña con la que se me trató por parte de la Fiscalía y los antorchos - que eran, además de l@s jueces y de mi defensora, las únicas personas que estuvieron presentes en la sala de audiencias-; sí, los mismos antorchos que, según me llegan noticias desde Trancoso, hoy desgobiernan el municipio.

De la Fiscalía no lo entiendo, si hace un año aproximadamente ofreció liberarme mediante el procedimiento llamado Juicio Abreviado, con una sentencia de dos años de prisión y cinco millones de reparación del daño, a cambió de que me declarara culpable; cosa que no acepté por considerarme inocente, por lo que continué con el procedimiento judicial normal que estoy relatando.

La excesiva sanción pecuniaria que me impusieron l@s jueces no la entiendo, puesto que a los peores criminales los mismos jueces les imponen penas de reparación del daño de cuando mucho 500 mil pesos, y multas no mayores a 20 mil pesos. La explicación más plausible de este injusto comportamiento judicial no puede ser otra de que se trata de una actuación por consigna de quien ostenta el poder político en el estado de Zacatecas, pues a éste le sirve -más en este momento electoral- para justificar su demagógico discurso de combate a la corrupción y a la impunidad. Evidenciando con ello que la motivación para tenerme en la cárcel no es otra que una de carácter político, que le sirve para desviar la atención del pueblo de Zacatecas ante su fracaso quinquenal que, afortunadamente, está por terminar.

Y en el caso de los antorchos, sí de esa plaga de parásitos que llegó a Trancoso, mi caso les ha servido a ellos como cortina de humo para que los trancoseños no vean el saqueo que han hecho de los recursos de la Presidencia Municipal para apoyar sus actividades políticas en otros municipios del estado y del país. Y para ocultar el secreto a voces de que llegaron desde otras entidades de la república a despojar a los trancoseños de los puestos de trabajo que se generan en la administración municipal, y que debieran ser para los profesionistas y trabajadores de Trancoso. Otra explicación de la rabia antorchista contra Ricardo de la Rosa tal vez lo sea la envidia que me tienen como gestor, que contrasta con su incapacidad para gestionar los recursos extraordinarios que tanto pregonaron y prometieron durante su campaña política para llegar al Ayuntamiento, y que que hasta la fecha no han llegado ni llegarán.

Tal vez yo pueda estar equivocado en las apreciaciones que hasta aquí les he comentado, por el hecho de no estar en el municipio. De cualquier forma, como siempre, acepto la crítica. Ustedes tienen la palabra.

Por mi parte, seguiré luchando con coraje, como buen trancoseño, pero siempre con su apoyo moral, por demostrar mi inocencia, hasta donde las fuerzas me alcancen. En los próximos días apelaré la injusta sentencia ya mencionada. Esperando que en esta ocasión los antorchistas no hagan renunciar a mi actual abogada de oficio (pues no cuento con recursos para pagar a un licenciado particular), como lo hicieron con mi anterior abogado, al que amenazaron con denunciarlo y quitarle su cédula profesional si me seguía defendiendo.

Está en trámite también un amparo (458/2020) ante el Juzgado Primero  de Distrito, federal, en el que solicito un cambio de medida cautelar. Igualmente una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas por violación de mis derechos humanos como persona perteneciente a la población vulnerable. Ambos casos, desafortunadamente están afectados por esa común enfermedad llamada tortuguismo burocrático. Ojalá alguien de mis amigos pudiera investigar porqué esos dos trámites no caminan con la agilidad que se requiere.

Finalmente, a ustedes que han sido solidarios con mi causa, que me han visitado en la cárcel -cuando se podía, pues ya casi se completa un año sin poder tener visita regular-, que han apoyado moralmente a mi familia para que no caigan en la desesperanza ante la adversidad, a ustedes que el primer domingo de junio próximo sé que le darán un nuevo rumbo al estado y al municipio, les reitero infinitamente mi agradecimiento.

¡Muchas gracias!

A F E C T U O S A M E N T E

Cieneguillas, Zac., 5 de febrero del 2021.

S. S. S.

Ricardo de la Rosa Trejo.

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