Zacatecas. Cuenta una historia real de un alimento esencial en la vida del mexicano: el maíz
"Sunú", documental que aborda visualmente el tema del maíz y presenta las tradiciones y costumbres de las familias de campesinos que por años se han dedicado a su siembra y cultivo criollo. El objetivo de éste largometraje es el rescate del maíz en México, con una duración de 80 minutos, la cinta recorre los sembradíos de diversos estados productores de este grano como Chihuahua, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Sinaloa, Distrito Federal y Tlaxcala donde la cineasta Teresa Camou, recoge testimonios de pequeños, medianos y grandes productores y su problemática.
La función de cine donde se proyectó “Sunú”, se dio en el marco de la Semana de Cine Mexicano en tu Ciudad, que se realiza con gran éxito bajo la coordinación de Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), la Secretaría de Cultura y el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) Ramón López Velarde a través de Cineteca Zacatecas.
Originaria del estado de Chihuahua, la creativa Teresa Camou, en entrevista y cine charla, refirió que de profesión titiritera dedicada al teatro social desde hace 20 años, de mensaje con un sentido en movimientos sociales sobre las situaciones que están pasando en México y en el mundo y que necesitan traducirse con el arte puesto que cree que el arte es un medio maravilloso para contar historias y la gente aprenda, conozca y se pueda informar.
Inicialmente Camou, creó una Compañía de Teatro Indígena en la Sierra Tarahumara por 12 años donde por medio de títeres conjuntamente con jóvenes indígenas que desertaron del sistema escolar, construían historias y las narraban al mismo pueblo, dijo, que esta época fue muy bonita, pues se dio cuenta de que el tema que querían platicar año con año era trasmitir el orgullo que sentían de ser agricultores del maíz.
Asimismo, reflexionar que para ellos el maíz no es tan solo era una semilla que alimenta, sino, la vida entera, la familia, la comunidad, la espiritualidad, la economía. Concluido este trabajo en la Sierra tarahumara, se percató que el teatro de títeres le quedaba corto para contar la historia del maíz porque el teatro es efímero es bellísimo pero es momentáneo y si no hay una compañía que viaje, no se puede llegar a muchos lugares, entonces buscó un medio artístico que diera esa libertad de poder viajar y lo encontró en el cine.
El cine, dijo, se encuentra en festivales, está hoy aquí mañana en Internet, va a poder viajar por si solo y contar la historia del campo porque los mexicanos ya no sabemos de donde viene lo que comemos, ya no hay esa conexión entre campo y ciudad; la vida que llevamos moderna muy rápida, ya no nos permite a las mujeres querer o tener tiempo para comprar el grano, hacer nixtamal o tortillas, debido a que nos están inculcando una vida muy rápida, la parte da la vida industrializada y eso afecta la salud pero más que nada afecta la cultura mexicana.
Destacó que venimos del maíz nuestra cultura y nuestras raíces vienen de quienes lo han sembrado por miles de años, de los campesinos sus manos y el conocimiento para sembrar la tierra y alimentarnos.
Teresa Camou mencionó que los muchachos indígenas le comentaban su experiencia con el maíz y el ver que en general como país ya casi no tenemos esa relación y ver que en la actualidad en México este grano se encuentra en una situación muy difícil puesto que están por aceptar leyes que van a favorecer (esperemos que no) a los transgénicos, a las empresas transnacionales y nuestro país cuenta con el conocimiento necesario e importante para producirlo. Advirtió, que si algún día llegan los transgénicos al mercado para sembrarse va hacer una pérdida total de las culturas para las gentes que siembran el maíz natural.
México es el origen del maíz, somos el centro del maíz y es uno de los 4 cereales más importantes que alimentan el mundo, entonces el país está perdiendo la oportunidad de producir sus propios alimentos, conservar sus semillas y nosotros los consumidores cada vez comemos más productos industrializados que vienen del supermercado en vez de comprárselo a los productores locales que si tienen la capacidad para alimentarnos sanamente.
La cineasta consideró que su documental es un historia muy fuerte pero muy bonita porque la cuenta el mero campesino, el mero productor y no activistas, ni científicos que aún y cuando tienen muy buen argumento, la gente que nos alimenta nos lo platica y otra cuestión miramos al campesino hacia abajo, analfabeta, pobre, pero sin ese campesino sucio y pobre no comemos si se diera una crisis alimentaria.
Teresa Camou señaló que es hora de que nosotros como mexicanos despertemos y agradezcamos, digamos gracias por todos estos años de alimentarnos; nosotros tenemos derecho a escoger que queremos comer y de donde queremos comer es el contexto de la película.
Documental, del que explicó a los espectadores, lo filmó en 5 años, 16 meses de rodaje y un año y medio de investigación para encontrar a los personajes, buscar un poco de recurso le tomó 16 meses a causa de que filmó círculos agrícolas completos: el círculo del indígena que utiliza el maíz solo para alimentarse como autoconsumo, el ciclo agrícola del campesino temporalero que está esperando a que llueva y quien ya está solo en esta labor, puesto que la mayoría de los hijos se fueron al otro lado, están en la maquila o en las ciudades estudiando porque el campo no les da, entonces ya son hombres viejos, solos y por último el industrial que da otra producción de maíz, México tiene importante industriales en Sinaloa y otras partes, el rodaje se llevó a cabo en ocho estados, 22 comunidades para recopilar el material y lograr esta película
Finalmente, señaló que para ella es una oportunidad para que la gente se informe, se sensibilice, el cine es un medio maravilloso para abrir los ojos y el corazón.
Ficha técnica
•Dirección: Teresa Camou
•País: México
•Año: 2015
•Idioma: Español
•Duración: 80 minutos
•Sinopsis: Ante la amenaza que representa para México el cultivo de maíz transgénico, estos campesinos luchan por preservar las tradiciones de sus comunidades, la diversidad de las semillas y el derecho a la soberanía alimentaria.