El padrino de generación, Patricio Tavizón observa el reto de 800 mil hectáreas protegidas en Zacatecas
Después años de esfuerzo, dedicación y compromiso, los alumnos de la generación 2020-2024 de la Licenciatura en Ecología y Conservación de la Unidad Académica de Ciencias Biológicas (UACB) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), recibieron sus cartas de pasante en una ceremonia realizada en el Foyer del Teatro Fernando Calderón.
Al hacer uso de la voz, el secretario general de la institución, Ángel Román Gutiérrez manifestó que la entrega de cartas de pasante representa un paso más en la formación académica de los egresados. No obstante, enfatizó la importancia de continuar con su preparación a través de estudios, prácticas y experiencias en el campo laboral, ya que estos elementos serán clave para consolidar sus habilidades y alcanzar el nivel de experiencia que se espera de ellos como profesionistas.
En su mensaje de bienvenida, la directora de la UACB, Rosa Gabriela Reveles Hernández, felicitó y reconoció a los alumnos por el esfuerzo realizado para alcanzar esta meta. Además, agradeció a los padres de familia por la confianza depositada en la Universidad para formar a sus hijos.
Por su parte, el padrino de generación, Patricio Tavizón García, pidió a los egresados a ampliar su visión sobre la magnitud de su campo de acción como ecólogos. Los instó a reflexionar con una cita de los antiguos griegos: “Si pudiéramos llegar al último confín del firmamento, donde ya no hay nada, y extendiéramos nuestro brazo, ¿qué estaríamos tocando? Su mente es de la misma dimensión que el universo”, dijo.
Continuó señalando que, en Zacatecas, aproximadamente el 10 por ciento de su territorio está decretado legalmente como área natural protegida. Ante esto, invitó a los jóvenes a reflexionar sobre las complejidades y oportunidades que ofrecen esas 800 mil hectáreas: “¿Cuántos seres, desde organismos unicelulares hasta animales y plantas, coexisten? ¿Cuántas poblaciones, comunidades biológicas y ecosistemas forman hábitats? ¿Cuántas culturas humanas, con sus historias y leyendas, han nacido allí? Y lo más impresionante: los millones de genes y su potencial, que representan la esencia ecológica y cultural que pueden preservar mediante el conocimiento ecológico. Ese es su campo de acción”, concluyó.
La madrina de generación, Marisa Mercado Reyes expresó que “No tengo duda que sabrán enfrentar los nuevos retos que les esperan, que tendrán la capacidad desde la ecología y la conservación de impactar positivamente dentro de las problemáticas de nuestro país o generando nuevas formas de desarrollo profesional a nivel empresarial, laboral, académico y científico. El éxito está en sus manos, y confío en que sabrán preservar y rehabilitar nuestros recursos naturales con ética y responsabilidad.”
Durante la ceremonia, los egresados Francisco Emanuel Belmonte Luna y Mariana Berenice Tamayo Ovalle, agradecieron a sus profesores y familiares por todo su apoyo. Además, hicieron un llamado a asumir el compromiso que su profesión les exige en un mundo lleno de desafíos, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. “Somos parte de la solución. Tenemos las herramientas, el conocimiento y, sobre todo, la voluntad para generar cambios positivos. Este es solo el comienzo de una tarea que requerirá pasión, determinación y resiliencia.”
Finalmente, los jóvenes exhortaron a sus compañeros a ser agentes de cambio, inspirar a otros y trabajar en proyectos que transformen comunidades y restauren ecosistemas. “Que nunca perdamos la capacidad de maravillarnos ante la belleza de la naturaleza, ni el deseo de protegerla con todas nuestras fuerzas. Hoy cerramos un capítulo importante, pero también abrimos uno lleno de posibilidades. Construyamos un futuro mejor para nosotros y para las generaciones que vienen.”