ZONA DE REFLEXIÓN
LUCÍA LAGUNES HUERTA*
Cimacnoticias | México, DF.
A la iniciativa que este domingo se realizó a favor de los derechos de información de la ciudadanía y la libertad de expresión, se suma el amparo presentado por seis organizaciones y la campaña del próximo lunes 23 de abril denominada “10 razones por las cuales Carmen Aristegui debe volver al aire”.
Una de las razones que tendría que estar en este decálogo, además de la profundidad de la investigación periodística, es el gran significado para el derecho a la comunicación de las mexicanas.
Si una revisa el espectro radiofónico noticioso informativo que hoy tenemos en México, y más concretamente en los noticiarios producidos en el Distrito Federal, hasta el pasado 13 de marzo había seis mujeres como conductoras en los espacios noticiosos matutinos y sus voces representaban ocho horas 45 minutos de un total de 61 horas con 50 minutos que ocupan los programas por las mañanas.
La mitad de estas ocho horas y 45 minutos los ocupaba Aristegui, quien además tenía el primer lugar de audiencia de todos los noticiarios radiofónicos.
Con la salida de Carmen las mujeres perdimos presencia y vimos vulnerados nuestro derecho a la comunicación como ciudadanas y como periodistas.
Carmen le hace bien a México. La propuesta periodística que encabeza Aristegui le hace bien al país y sobre todo a la democracia mexicana, le hace bien a la infancia mexicana que se informaba a través de “Niñonautas”, le hace bien a México el equipo de investigaciones especiales que profundiza para sacar a la luz las complicidades del poder.
En estos días que Carmen ha dejado de transmitir se han perdido seguimientos a casos fundamentales para la democracia mexicana.
La resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el acuerdo que tras la resolución logró Maude Versini para recuperar su derecho que como madre peleó durante tres años frente al poder patriarcal del ex gobernador del Estado de México Arturo Montiel, para ver a sus hijos se convirtió en una nota disminuida en las páginas de los diarios.
Como audiencia no tuvimos la información que nos explicara cómo fue el acuerdo y el significado de éste para otras mujeres y la democracia en México, nos hizo falta
Carmen Aristegui fue colocando en la agenda pública lo que se cree es privado, valoró el derecho de las mujeres y les dio voz.
Permitió que éstas fueran escuchadas por otras mujeres que a través de ella se vieron reflejadas, develó cómo el poder masculino se teje en todo los niveles para oprimir a las mujeres, y violentar sus Derechos Humanos y los de la infancia a la convivencia con su madre.
Como Arturo Montiel hay otros hombres que usan sus poderes para amenazar y cumplir sus amenazas, arrebatarles a sus hijos, y violentar los Derechos Humanos de sus ex compañeras haciendo uso de sus hijos para seguirlas violentando.
Por eso muchas mujeres no dejan a sus maridos, pese a los grados extremos de violencia, porque saben que tras la amenaza está la promesa cumplida.
El hecho de que Versini haya ganado en los tribunales da esperanza a las mexicanas de recuperar el derecho a terminar una relación cuando así lo decidan, y no perder a sus hijas e hijos por ello.
Da esperanza saber que la ex esposa de un ministro como Genaro Góngora Pimentel puede exhibir el poder de un “hombre de justicia” que es injusto en la vida privada cuando de su obligación de crianza se refiere, y que por el contrario puede usar todo el poder que le permite ser hombre y ser ministro para llevarla a prisión.
En estos días en que Carmen no ha estado al aire, el Partido Revolucionario Institucional decidió perdonar a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre; decidió pasar por encima de su propia militancia que exigía la expulsión del ex líder del PRI capitalino, haciendo valer el pacto masculino, defender a Gutiérrez por encima de la gente buena, de la justicia para las víctimas y el castigo a un delincuente.
La ciudadanía desde el 13 de marzo perdimos la oportunidad de informarnos de los significados de esta decisión, del análisis de un proceso electoral que corre en estos días a lo largo y ancho de la mitad del territorio nacional.
No hubo quien diera seguimiento a esta información con la profundidad que lo había estado haciendo el equipo de investigación de Aristegui.
Carmen le hace bien a México, y ésa es una razón por la cual tendría que continuar en el aire, mientras Aristegui no esté nuevamente en la radio, la sociedad sigue violentada en nuestro derecho a la información.
Seguimos como sociedad presa de los compromisos políticos y económicos de los dueños de las empresas periodísticas, y los empresarios de los medios siguen presos del poder que puede doblegarlos para expulsar una voz que incomoda a los poderes.
Necesitamos más Carmen Aristegui, más equipos de investigación, necesitamos que las empresas periodísticas inviertan en la investigación y garanticen la pluralidad, no sólo de las voces masculinas; necesitamos que en esa pluralidad se garantice la voz de las mujeres, como reporteras, como periodistas y como fuentes.
Carmen Aristegui le hace bien a las mujeres porque su voz representa también la voz de miles de mexicanas que nos sentimos dignamente representadas por ella.
Twitter: @lagunes28
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC.