NATALIA VIDALES RODRÍGUEZ/ Mujer y Poder
SemMéxico, 15 agosto 2016.- Continúa el PAN acumulando buenas nuevas cuando hoy se suman a su favor los resultados de la encuesta del Grupo Reforma –una de las más confiables, por certeras, de nuestro país— dada a conocer este fin de semana. Y es que, inéditamente, el PAN se coloca en primer lugar de opción rumbo a una elección presidencial: aunque Fox ganó el año 2000, todas las encuestas previas a las elecciones de aquel entonces –salvo una, la de María de las Heras— le daban el triunfo al PRI, y luego en el año electoral 2006 el PAN –aunque también ganó con Felipe Calderón — se encontraba en segundo lugar.
Luego entonces: si cuando los sondeos de aquellos años no favorecían al PAN y ganó, hoy puede verse como una muy buena noticia para ese partido el que los momios lo señalen como preferido de la ciudadanía rumbo a Los Pinos el 2018. Y el panorama es más halagüeño aún si se considera que la primera intención de voto a nivel nacional –considerando no solo la elección presidencial sino todos los comicios del país— y que jamás ha perdido el tricolor hoy, con esta reciente encuesta queda, al menos, en duda.
Luego del inesperado –para propios y extraños– triunfo del PAN el año pasado en siete gubernaturas motivado por la decepción del votante en contra del PRI y, previamente, con el relevo en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN a favor de Ricardo Anaya, y quien rápidamente se ha posicionado como un eventual candidato del blanquiazul para el presidencial 2018, sumándose también a nivel local –como ocurrió aquí en Sonora– la ejemplar renovación de sus cuadros internos y cuyo modelo se utilizará en otras entidades del país, todo ello ha posicionado al PAN en el lugar que, hoy, esta importante casa encuestadora avala con sus resultados.
Lo anterior, desde luego, no es producto de la casualidad: Ricardo Anaya lo dijo y empezó a trabajar en ello desde su toma de posesión como líder nacional del PAN y lo reiteró cuando el triunfo electoral del año pasado, en el sentido de que el hacer las cosas bien una y otra vez, sin descanso ni actitudes de suficiencia –tanto desde el partido como desde los gobiernos emanados del PAN– dependerán los resultados posteriores de su partido.
Así es que esta favorable encuesta solo significa mayor compromiso, responsabilidad y trabajo. Por ejemplo, uno de los retos a vencer es la desconfianza de la ciudadanía hacia todos los partidos políticos: el 70% de los encuestados estaría dispuesto a votar para Presidente por un candidato independiente, aunque, ninguno de ellos (Jorge Castañeda, 17%; Ferríz de Con, 16%, y Jaime Rodríguez, el Bronco, 13%) alcancen todavía algún porcentaje particular por sobre las opciones del PAN ni del PRI, ni de MORENA rumbo al Palacio Nacional dentro de dos años.
La pregunta actual es que si con esos positivos y recientes antecedentes el PAN podrá tramontar con éxito los tres enormes retos de enfrente: uno, sacarle de la bolsa, otra vez al PRI, las elecciones del año que entra en el Edomex, en Coahuila y en Nayarit (las tres hoy gobernadas por el tricolor y donde intentará sacarse la espina de sus derrotas el 2015); dos, realizar una correcta contienda interna para seleccionar a su candidata o candidato a la presidencia de la República, y lo cual implica dos subtemas: que sea la mejor propuesta para el electorado y, al mismo tiempo, que se elija democráticamente según los nuevos –o mejor dicho reverdecidos— cánones del PAN. Y tercero, la gran prueba para regresar a Los Pinos en la elección constitucional el 2018.
Hasta ahorita y con este nuevo respaldo ciudadano –evidenciado en la encuesta del Grupo Reforma— el PAN se coloca como el competidor a vencer por parte de las demás fuerzas partidistas, lo cual le significa más un reto: el de mantenerse arriba en el ánimo popular, que una satisfacción. Lo positivo a su favor de esta encuesta solo puede verse como un acicate para seguir adelante. La meta está allá –y que por cierto tampoco es para siempre– mucho más adelante.
