Martha Barragá/ Mar de Ideas
SemMéxico
Amo tantas cosas de Roma, las historias del casting de cada actor o actriz empezó a contar la película, así el gran artista cineasta Alfonso Cuarón fue a la zona mixteca de Oaxaca a Tlaxiaco, y con todo el compromiso de su corazón buscó a su nana, y ver el parecido de Yalitza Aparicio con ella me pone la piel de gallina.
Amo tanto el proceso creativo y el compromiso de contar esta historia de amor y la honestidad de plasmarla así como era la realidad de Cleo, silenciosa, invisible, engañada, lastimada pero al mismo tiempo amorosa, dulce, comprometida, entregada, tanto que marcó el corazón del cineasta y le hace este magistral homenaje a ese amor que da una nana, mujeres que se vuelven parte del mundo de los niños y las niñas. Así como lo hacen nuestras maestra o maestros. Aquí queda perfecta la frase "Manéjese con cuidado (niños o niñas), contiene sueños", Cleo cuidó de tal manera a Alfonso que aquí está concretando un sueño.
He leído muchos análisis y reflexiones en torno a Roma y algo que no he visto plasmado es la historia de todas las pérdidas de las mujeres, la sororidad. Es como si se abrazaran bajo una lluvia de balazos ante las injusticias, el machismo, la desigualdad, el miedo, el abuso, esa sensación de no saber si se saldrán con vida, Pero la vida continúa con culpa, con miedo, con incertidumbre pero juntas.
Fue tan delicada la forma en que trató esa pérdida de Cleo, tan complicados los sentimientos frente a una espera no deseada.
Maravillosa la actuación de Yalitza, nos cuenta tanto con la corporalidad de las mujeres indígenas que nos sacude la conciencia de esa vieja deuda que tenemos con el pleno reconocimiento de nuestras raíces, de mostrar orgullo de nuestra diversidad étnica y cultural, de la desigualdad social, del clasismo.
Celebro la nominación de Yalitza Aparicio, pues con ello puso un poderoso espejo de cómo somos las y los mexicanos frente a nuestros indígenas.
Gracias Yalitza por tu entrega para contar esta historia, gracias Alfonso por contarnos una historia de corazón y con corazón.
Reitero, en México hay tanto talento que no necesitamos dádivas... SOLO QUEREMOS OPORTUNIDADES.