Manuel Ibarra Santos
El pago de la nómina magisterial sigue constituyéndose en un factor de desequilibrio de las finanzas públicas del Estado y por eso Alejandro Tello acudió por enésima ocasión al auxilio del gobierno de la República para cubrir los salarios correspondientes a las quincenas de los meses de julio y agosto de los maestros zacatecanos. Es evidente que el presidente Andrés Manuel López Obrador autorizará su apoyo para evitar, con el adelanto de participaciones, que Zacatecas se colapse. Pero el tratamiento de fondo a ese problema, por lo que se ve, será pospuesto para que lo resuelva el próximo gobernador, aquel que resulte triunfador en los comicios del 2021.
Los pasivos acumulados en el pago de la nómina del magisterio que suman varios miles de millones de pesos, tienen su origen en una cadena de actos de irresponsabilidad que el anterior gobierno estatal heredó al actual, por no actuar con eficiencia y oportunidad y sí con absoluta omisión. La historia es la siguiente:
En diciembre del 2013 se publicó el decreto por el que se hicieron reformas y adiciones a diversas disposiciones de la Ley de Coordinación Fiscal y a la Ley General de Contabilidad Gubernamental. En base a eso se difundieron los procedimientos y reglas para conciliar los registros de plazas laborales transferidas a los Estados. El Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) nace en 2014, con una ruta de ajustes y adecuaciones de un año, a través de tres etapas, en las que Zacatecas irresponsablemente no hizo acto de presencia eficiente.
Las fases consistieron, primero, en la determinación del presupuesto regularizable; segundo, en la conciliación de plazas/horas por entidad; y tercero, en la determinación de conceptos y montos de las remuneraciones. Aunque parezca increíble, Zacatecas tuvo una presencia tenue, casi inexistente, en las etapas de conciliación de la nómina magisterial. Todavía hubo una prórroga de varios meses, que tampoco se aprovechó. Es más, ni la cercanía con Enrique Peña Nieto, que tanto se presumía, salvó al Estado.
En la historia de la conciliación de la nómina magisterial en Zacatecas, para incorporarse al FONE en el 2014, está marcada por los descomunales actos de irresponsabilidad, no sancionados, incluso peor aún, aderezada con premios otorgados para algunos actores involucrados en esos hechos, con importantes puestos en la burocracia del sector educativo actual.
Esas malas decisiones hoy gravitan negativamente en el sector educativo y en las finanzas del sector público. Hay casos como ese que no pueden eludirse o como el manejo inconsistente de los recursos multimillonarios de esa época del programa Escuelas de Tiempo Completo, actualmente en brutal crisis, asunto que no tarda en ventilarse a la luz pública.
Ahora el jefe de la Nación, Andrés Manuel López Obrador se ha comportado solidario con Zacatecas y volverá a prestar auxilio para cubrir la nómina magisterial. Eso sin descargo de aquellos que de “mala leche” lo quieren culpar de este problema, lo cual es falso.
LOS RECURSOS DEL FONE.
El gobierno de la República a través del FONE ejercerá, en el 2020, más de 393 mil millones de pesos, de los cuales el 1.8 por ciento de ellos están destinados a Zacatecas, para cubrir los salarios de maestros federalizados, que son más de 18 mil.
En promedio cada mes se administran recursos por 600 millones de pesos, para el pago de salarios a los profesores federalizados, que mucho ayudan a reactivar la economía estatal.
Más del 50 por ciento de los recursos del FONE se concentran en apenas 10 entidades y son: Estado de México(9.7%), Veracruz(7.3%), Oaxaca(5.9%), Chiapas(5.0%), Jalisco(5.0%), Michoacán(4.8%), Puebla(4.4%), Nuevo León(3.8%), Baja California(4.0%) y Coahuila(2.8%) (Fuente: SEP).
La Auditoria Superior de la Federación realiza continuas revisiones al manejo del gasto educativo en los Estados. El 60 por ciento de las entidades cuentan con un programa anual de evaluación del FONE, previsto en las bases normativas correspondientes. Hasta el 2017, Zacatecas era uno de 13, que carecían de planes de evaluación. Lo deseable es que esto se haya ya subsanado y resuelto.
¿Por qué es importante tener un instrumento de esa naturaleza? Es que la falta de evaluación del FONE, no permite disponer de datos para coadyuvar al mejoramiento de la gestión y limita los procesos de rendición de cuentas.
El ente público fiscalizador federal ha realizado auditorías a los Estados y ha hecho observaciones diversas, incluso ha implementado procesos de responsabilidades administrativas en Chiapas, Quintana Roo, Durango, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Campeche, entre otros. Hay que evitar que eso pase en Zacatecas.
LA NEGOCIACION FINANCIERA.
En la administración pública del Estado, Jorge Miranda Castro se ha caracterizado por ser el negociador permanente de recursos para cubrir los grandes compromisos del sector educativo zacatecano. Sin ese trabajo, las cosas se hubieran complicado más.