Opinión

patrulllllasManuel Ibarra Santos

                                                                   

           El combate a la violencia criminal que se ha traducido en Zacatecas en una especie de barbarie (horror) de inconmensurables impactos sociales será uno de los más grandes desafíos que enfrentará el gobernador David Monreal, a partir del 12 de septiembre próximo.

            David Monreal como gobernante recibirá Zacatecas en una terrible encrucijada, colocado como el Estado de la República con el mayor deterioro de sus niveles de convivencia y paz social, como lo revelan todos los estudios especializados en la materia. Una herencia maldita que se suma a sus rezagos ancestrales de pobreza y subdesarrollo.

            Alejado de la improvisación, acompañado de un diagnóstico profesional preciso, asumirá David Monreal la gubernatura en el mes de septiembre, con la claridad de que el problema de la inseguridad pública deberá procesarse desde un enfoque multidimensional de políticas, con iniciativas no sólo de corte policiaco, sino también con perspectivas y repercusiones sociales.

Lo anterior implica atacar el fondo del problema y abordar sus causales, lo que significa combatir los altos niveles de pobreza, los profundos indicadores de desigualdad y los mecanismos inequitativos de distribución de la riqueza que persisten en la entidad.

Esa visión estratégica la ha esbozado ya en reiteradas ocasiones David Monreal. Y para cumplir ese objetivo, de combatir la violencia, se tendrá que echar mano de la educación, como componente esencial.

Enfrentar con eficiencia la inseguridad y la pandémica violencia criminal que padece Zacatecas, es un asunto asociado, además, al fortalecimiento de la gobernabilidad política y la gobernanza económica.

Zacatecas es el Estado de la República, de los 32, donde más se ha deteriorado su vida familiar, social y económica por el aumento de la delincuencia criminal, lo afirma en sus estudios el Instituto para la Economía y la Paz.

En el índice de Paz México 2021, se revela que en Zacatecas aumentaron en el último año, hasta un 65 por ciento la tasa de homicidios dolosos, en más de un 78 por ciento los asesinatos con arma de fuego y la entidad se ubica en los primeros lugares nacionales en la comisión de los delitos de alto impacto.

El Instituto para la Economía y la Paz explica, por si fuera poco, que Zacatecas se ha convertido en punto de acceso para la actividad delictiva, con la presencia de cinco poderosas organizaciones criminales, compitiendo todas por el control del territorio, en el tráfico de fentanilo y en razón de que las carreteras de la entidad conectan fácilmente con los Estados Unidos de Norteamérica.

El impacto económico de la violencia criminal en México, en el más reciente año fue de 4.7 billones de pesos, algo así como 221 mil millones de dólares, equivalentes al 22.5 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional.

Los datos econométricos precisan que las actividades criminales en Zacatecas tienen un impacto en el 44.1 por ciento en el Producto Interno Bruto/Estatal. El doble que el promedio nacional.

Según el mismo Instituto para la Economía y la Paz, el costo per cápita de la violencia criminal en Zacatecas ascendió en el mismo periodo a 57 mil pesos por persona, uno de los más altos en el país, que en montos globales se traduce en un año, hasta tres veces el presupuesto estatal de egresos de la entidad.

Las entidades de la República con más alto impacto económico per cápita por la violencia, son las siguientes: Zacatecas, $57 mil; Chihuahua, $61 mil; Guanajuato, $67 mil; Baja California, $71 mil; y Colima, $77 mil.

Recuperar la estabilidad, la tranquilidad y la paz social en Zacatecas es una prioridad, porque la violencia criminal al menos tiene cuatro impactos negativos:

Primero, calienta y distorsiona la economía; segundo, pervierte la democracia; tercero deteriora el tejido social; y cuarto, obstaculiza el cumplimiento del compromiso del Estado para producir bienestar social.

LA SICILIANIZACIÓN DE LA POLÍTICA:

Combatir la violencia criminal es un imperativo categórico que tiene el Estado Mexicano, para impedir que se siga desangrando la sociedad.

Por otra parte, si no se elimina la influencia de las mafias en la política, eso puede conducir a la “sicilianización” del poder, como bien le llamó a ese fenómeno el extraordinario escritor italiano Leonardo Sciascia (1921/1989), maestro de profesión, el estudioso más importante sobre la relación Crimen/Estado, de la Europa de mediados del siglo XX.

            Sciascia, quien nació en la comunidad siciliana de Racalmuto, Italia, es tal vez el investigador más importante, en su época, sobre las mafias y la democracia.

DAVID, ALTAMENTE LEGITIMADO.

David Monreal recibió (13/07/21) del Tribunal Electoral (TRIJEZ) la constancia que acredita jurídicamente su triunfo contundente como gobernador de Zacatecas. Y si, es el mandatario que llega con la mayor legitimidad en la historia reciente. Veamos las cifras:

Ricardo Monreal ganó en 1998 con el 44% de los votos; Amalia García, con el 46.4%; Miguel Alonso, con el 43.9%; Alejandro Tello con el 38%; y David Monreal, con el 47.7% de los sufragios.

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