Manuel Ibarra Santos
David Monreal en su ruta de toma de posesión como gobernador constitucional de Zacatecas, ha actuado con prudencia, esperando con sensatez su momento, con respeto a los tiempos legales, abocado a definir el programa estratégico del inicio de su administración y alejado de cualquier actitud proclive a la confrontación.
El gobernador electo reconoce de esa manera, que la ciudadanía requiere de soluciones a los delicados problemas que aquejan a la sociedad y está dedicado, por eso, a construir una agenda de trabajo para la transformación de Zacatecas.
David Monreal ya ha dado apuntes relevantes, de sus iniciativas y gestiones en la administración federal para atender los problemas cruciales del Estado en materia de seguridad, salud, educación, infraestructura y presupuesto para el desarrollo.
Es evidente que el gobernador David Monreal ha mostrado una actitud proactiva (se equivocan los que dicen lo contrario) frente a las necesidades más sentidas del pueblo de Zacatecas. Pero le toca a él actuar constitucionalmente a partir del día 12 de septiembre próximo.
Otro compromiso que tiene ante sí el mandatario entrante es revisar con lupa la disponibilidad de recursos <si no, hay que gestionarlos>, para hacer frente a las responsabilidades inmediatas que tiene la administración pública de Zacatecas.
Eso significa que David Monreal ha diseñado un plan de acción de inicio de su gobierno con la precisión de sus prioridades, sin distraerse, dando atención a los asuntos fundamentales de los zacatecanos. No ha caído en las presiones (y provocaciones) de quienes lo quieren ver tomando decisiones precipitadas. Actúa con la dinámica y la lógica del respeto a la Ley.
La actitud de prudencia y madurez del gobernador electo, no significa ser omiso ante la presunción de probables irregularidades que pudieran dejarle como herencia sus antecesores. Él ha dicho que no “se toleraran actos de corrupción y deshonestidad”, y, se actuará en consecuencia, en contra de quien sea necesario.
Con claridad y contundencia ha dicho que “no habrá persecuciones ni cacería, pero tampoco se permitirán actos de corrupción”.
En la presente semana, por cierto, se estará dando otro paso definitivo en el reconocimiento del triunfo electoral contundente del nuevo jefe del Ejecutivo Estatal: la Legislatura local, por mandato de Ley, publicará el Bando Solemne mediante el cual se decreta y comunica a los ciudadanos de la entidad que David Monreal es (legítima e incuestionablemente) el gobernador electo de Zacatecas.
La prudencia política ha sido el signo distintivo con el que ha actuado invariablemente David Monreal, siendo respetuoso de los tiempos, pero dedicado (por razones de exigencia para comenzar con eficacia su mandato) a efectuar importantes gestiones para Zacatecas, delineando programas de acción, entre ellos, el de los primeros cien días, y concentrado en el diseño del modelo de administración pública que ejecutará durante su gobierno.
LA IMPORTANCIA DE LA PRUDENCIA POLÍTICA:
La prudencia política es (lo sentenció el pensador español Baltasar Gracián) “el arte y la virtud de actuar en forma justa y con cautela, respetando los derechos de los demás, pero también con la cualidad implícita de comunicarse con la gente con lenguaje claro y acertado”.
Muchos años antes, el filósofo griego Aristóteles (384 a.C – 322 a.C), en su obra La Ética a Nicómaco definió a la prudencia como “aquella disposición que le permite al ser humano discurrir respecto a lo que es bueno para él y para la sociedad”.
En su libro La Suma Teológica, Tomás de Aquino (1224/1274) refirió, por su parte, que la prudencia es la virtud más necesaria para la vida humana y ésta tiene como punto de partido-dijo-el conocimiento de la realidad concreta, el uso correcto de la memoria histórica (es decir, el conocimiento del pasado), así como por la inteligencia para interpretar los hechos y por la sensibilidad de aprender de los maestros, los especialistas y los expertos.
En pleno siglo XX, el extraordinario historiador y filósofo liberal británico Isaiah Berlin (1909/1997), manifestó sobre el particular que, sin “el valor de la prudencia, la sociedad está ante el riesgo de quedar atrapado en las pasiones y los delirios de poder de unos cuantos”.
LA ENTREGA/RECEPCIÓN Y SUS AVANCES.
El proceso de entrega/recepción de la administración pública estatal avanza, sin sobresaltos ni contratiempos – por lo que se observa hasta el día de hoy-, de acuerdo a lo estipulado por el marco jurídico respectivo.
Es pertinente reconocer que el equipo de recepción de la administración estatal, que nombró David Monreal, encabezado por Humbelina Elizabeth López y Silvia Saavedra realizan en la actualidad un trabajo pulcro, discreto, profesional y eficiente.
No hay duda de que le entregarán al gobernador David Monreal la información necesaria sobre la situación que guarda la administración pública en Zacatecas, para fundamentar la correspondiente toma de decisiones que permita la definición de políticas que sirvan al desarrollo de la entidad.
Es tiempo, por lo tanto, de privilegiar en el gobierno, la prudencia política, con sentido moral y ético.