Manuel Ibarra Santos
A la mitad de la administración de Andrés Manuel López Obrador, el Senador Ricardo Monreal se mantiene y posiciona, incuestionablemente, como uno de los operadores políticos más eficientes del jefe de la Nación, como lo demuestran los hechos concretos en la vida política del país.
Así quedó demostrado, una vez más, con la respuesta que dio Ricardo Monreal a su amigo AMLO para operar, de manera tersa y sin sobresaltos, el tránsito de Olga Sánchez Cordero de la secretaría de Gobernación, en su retorno al Senado de la República.
Aquellos que presagiaron tormentas, choques y rupturas en esa relación histórica de más de dos décadas entre Ricardo Monreal y AMLO, se volvieron a equivocar en el trazo de sus erróneas especulaciones. Esos escenarios, mal diseñados, se volvieron a derrumbar.
Y más aún, Ricardo Monreal se mantiene firme y sólido, con bastantes aliados extraordinarios y de formidable peso, en la lucha por la presidencia de la República, junto con Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum Pardo.
Y fue el propio presidente de la República quien solicitó a Ricardo Monreal realizar la operación a fin de preparar el arribo al Senado de Olga Sánchez Cordero, lo que permitió a Andrés Manuel López Obrador designar sin contratiempo alguno a Adán Augusto López Hernández, como su secretario de Gobernación.
Una vez más, Ricardo Monreal se colocó en el centro de la operación política nacional, prestando excepcionales servicios al jefe de las instituciones del país y coadyuvando con ello a que López Obrador comience la segunda etapa de la administración federal, con la realización de enroques en su gabinete de manera armónica.
Al interior de la fracción parlamentaria de MORENA en el Senado, Ricardo Monreal garantizó gobernabilidad en la conducción y construyó los acuerdos necesarios para permitir la llegada de Olga Sánchez Cordero y, más aún, que se aprobara su nombramiento como presidenta de la mesa directiva de la Cámara Alta.
Las legisladoras que buscaban el cargo que ahora ocupa Olga Sánchez Cordero desistieron de sus aspiraciones. Y eso obedeció a la buena voluntad, a la madurez y a la disciplina institucional de las senadoras Imelda Castro, Maribel Villegas, Ana Lilia Rivera y Bertha Caraveo.
Pero también estuvo de por medio el trabajo de operación política fina desarrollado por Ricardo Monreal, quien contribuyó a pavimentarle el camino de transición a la ex/titular de la secretaría de Gobernación.
La propia ex/secretaria de Gobernación, Olga Sánchez reconoce la función impecable que ha tenido en el desempeño de su liderazgo Ricardo Monreal y, adicionalmente, le está agradecida porque, en sus innumerables comparecencias al Senado de la República como servidora pública, siempre fue tratada con respeto, civilidad y cortesía, gracias al trabajo del político zacatecano.
La llegada de Olga Sánchez Cordero al Senado, será para sumar esfuerzos de conciliación y diálogo que realiza de manera cotidiana y permanente Ricardo Monreal, como presidente de la Junta de Coordinación Política. No llega para confrontarlo. Tienen una percepción errónea, sesgada y de mala fe, quienes piensen lo contrario.
Y están equivocados de manera monumental (esos malquerientes), como cuando especularon sus adversarios, meses atrás, que la vuelta al Senado del ex/coordinador general de programas federales, Gabriel García Hernández, era para sustituir en sus funciones a Ricardo Monreal. Le erraron en sus cálculos, por enésima ocasión.
Ahora, el mismo Ricardo Monreal se ha encargado de recomendar a Gabriel García (quizá por instrucciones superiores), para que eventualmente se pudiera convertir en el representante de MORENA en el Instituto Nacional Electoral.
Por si fuera poco, tirios y troyanos, admiten y reconocen el desempeño eficaz y eficiente que ha tenido Ricardo Monreal Ávila, como líder del Senado de la República, lo que ha contribuido a fortalecer el principio de gobernabilidad de la actual administración federal.
Incluso aguerridos representantes de la 4T, como el diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, han reconocido el desempeño del zacatecano en los siguientes términos: “Ricardo Monreal es un hombre de mucha experiencia política y ha sacado muy bien la agenda legislativa”.
Pero ha ido más allá, cuando Fernández Noroña califica de “sectarios a los que atacan sin fundamento a Ricardo Monreal Ávila, por el simple hecho de aspirar a la Presidencia de la República”.
Recomienda el polémico legislador trabajar en unidad a todos en la 4T en el horizonte del 2024, sea Monreal, Ebrard y/o Sheinbaum (o cualquier otro), el postulado como candidato a la presidencia de la República por MORENA.
EL ACTIVISMO DE RICARDO:
Ricardo Monreal, mientras tanto, mantiene un efectivo activismo en la construcción de las estructuras que lo impulsen como precandidato a la Presidencia de la República en el 2024. Teje con habilidad redes de promoción territorial en todos y cada uno de los Estados de la República.
Pero eso no es todo. Expresiones de poderosos consorcios, firmas y grupos del capital nacional e internacional lo ven con simpatías, como un prospecto con proyecto político sólido. Él ante eso, actúa con mesura, en espera de los tiempos.
EL MONREALISMO Y ZACATECAS.
El monrealismo se consolida, de esta forma, como una importante corriente y fuerza histórica en el país, que a su vez se convierte en la alternativa para impulsar el cambio y la transformación de Zacatecas, con David Monreal, a la cabeza.