Opinión

Retorno a las aulas ZacManuel Ibarra Santos

           El retorno gradual en Zacatecas de miles de alumnos a las escuelas, luego de un prolongado periodo de tiempo pandémico, que parecía eterno e infinito (a la vez que apocalíptico), dejó al descubierto, una ocasión más, las debilidades y cuarteaduras de los pilares que sostienen al sistema educativo en la entidad, que es necesario apuntalarlos, después de esta experiencia traumática.

            Al menos diez (10) columnas que soportan el funcionamiento de la estructura escolar en nuestro Estado, requieren del trabajo de ingeniería y arquitectura de reforzamiento, para darle resistencia a la oferta educativa, así como viabilidad de futuro.

            La herencia que se dejan al nuevo gobierno en materia de enseñanza pública, es de rezagos y de indicadores de aprovechamiento escolar, por debajo de la media nacional y más si consideramos que el sistema educativo zacatecano se ubica entre los últimos 10 (de 32) en eficiencia en el ranking en el país, de acuerdo a las propias cifras oficiales de la SEP.

            Los pilares de la educación en Zacatecas que es urgente apoyar, apuntalar y fortalecer, son los siguientes.

            1).-Formación de docentes; 2).-Infraestructura física escolar; 3).-Uso de tecnología digital de los aprendizajes; 4).-Modernización de los modelos de gestión escolar; 5).-Actualización de los contenidos curriculares; 6).-Revisión de planes y programas de estudio; 7).-Dotación de materiales didácticos y dispositivos tecnológicos a los maestros y las escuelas; 8).-Fortalecimiento de los procesos de participación social en el hecho educativo; 9).-Saneamiento financiero y gobernanza económica de la educación; y 10).-Reorganización administrativa de los servicios educativos.

            El logro de una oferta de educación de excelencia y calidad, pasa necesariamente por la implementación y operación de un emergente modelo de administración pública de calidad en el sector, del que se carece.

            El vigente esquema de administración pública del sector educativo zacatecano data de hace 29 años, herencia de las políticas descentralizadoras de Carlos Salinas de Gortari, modelo que se ha mantenido intocado y caracterizado por su alto nivel de burocratización.

            Y si alguna prioridad tiene la educación en Zacatecas, amén de la exigencia de impulsar los procesos de calidad y cantidad, es la asociada al saneamiento de sus finanzas, superar sus ancestrales pasivos económicos y garantizar el pago de la nómina magisterial. Este es un reto de atención inmediata.

            Resolver el problema que se tiene en Zacatecas del rezago digital en los aprendizajes es, ni duda cabe, otro compromiso central por atender en la perspectiva de corto, mediano y largo alcance.

            Según el INEGI, en nuestro Estado, con datos actualizados al 2020, solamente el 56.8 por ciento de los hogares tienen acceso a la conectividad de internet, cuando el promedio en el país es del 60.6%. En el ámbito educativo, estos atrasos son superiores.

            Existe otro tema no procesado con objetividad, racionalidad y responsabilidad, que presiona en contra del desarrollo de Zacatecas. Este tiene que ver con los niveles del rezago educativo que persisten, por mucho que se quieran ocultar y maquillar las cifras.

            El rezago educativo en nuestra entidad afecta en la actualidad a más de 356 mil zacatecanos mayores de quince años, que representan al 21.9 por ciento de la población, cuando el promedio en el país asciende a sólo el 19%. (Fuente: Coneval-2020).

            Por eso, no es desproporcionado, por esas y otras razones de fondo, argumentar que los principales 10 pilares y columnas que soportan a la educación en Zacatecas están muy frágiles. Resulta fundamental actuar con visión estratégica, para fortalecerlos.

LA NUEVA ÉPOCA:

Con el regreso parcial a las escuelas, que coincide con el comienzo del ciclo escolar 2021/2022, se marca también el inicio de una nueva era civilizatoria para la sociedad, que anuncia el advenimiento de un cambio de época.

Durante los 17 meses anteriores en que estuvieron cerradas las puertas de las escuelas, ese tiempo se transformó en una especie de cápsula, tobogán y túnel oscuro del tiempo, que trasladó a velocidad vertiginosa a la sociedad, a una época diferente de la historia, no imaginada por nadie.

Las circunstancias hoy exigen hacer cambios estructurales de fondo al sistema educativo, para responder a las nuevas demandas de la sociedad zacatecana.

LA PANDEMIA Y SU EFECTO REGIONALIZADO:

Si se revisan las matemáticas oficiales de la pandemia, se observa cómo de manera marcada, los contagios y los decesos por efectos del coronavirus, se han concentrado en un 60 por ciento en cinco (de 58) municipios que son los siguientes: Zacatecas, Fresnillo, Guadalupe, Jerez y Río Grande.

En cambio, se registran 18 municipios de la entidad que, al contrario, solo acumulan el 2.2 por ciento de los decesos producto de este fenómeno sanitario y que son Huanusco, Monte Escobedo, Genaro Codina, Atolinga, Moyahua, Susticacán, Apozol, Florencia de Benito Juárez, Santa María de la Paz, Teúl de González Ortega, El Salvador, Joaquín Amaro, Momax, Mezquital del Oro y Apulco. 

La anterior radiografía matematizada, induce a pensar que la reorganización para el regreso a las escuelas, deberá contemplar un esquema regionalizado.

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