Opinión

Captura de pantalla 2021 10 03 194444Manuel Ibarra Santos

                                                                                          

            La federalización educativa en Zacatecas, que implica que el gobierno de la República nos rescate y absorba el pago de los maestros estatales (en promedio 7 mil plazas), con un costo adicional anual superior a los 2 mil millones de pesos, parece ser la única y definitiva salida, como lo plantea el gobernador David Monreal, para resolver la crisis aguda que experimentan las finanzas públicas en la entidad.

Y eso pasa obligadamente, también, por el compromiso de poner orden en el manejo de la nómina magisterial, para salir del actual laberinto tortuoso.

Todo indica que, no hay de otra, si es que se desea evitar la aparición cíclica de este conflicto, que se traduce en un enorme agravio público <de trato indigno> en contra del magisterio, originada por la insolvencia económica, producto de una serie de errores administrativos acumulados a través de los años.

            Para concretar la federalización, se requiere construir, sin demora, un gran pacto de colaboración entre Federación y Estado, en el que no puede faltar la representación formal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

            Si se desea avanzar en la resolución de fondo de dicho problema estructural se necesita que, en el diseño del presupuesto educativo de Zacatecas para el 2022, se autorice al menos, con el apoyo de la Federación, un incremento del 20%. ¿Es posible esto? Sin duda, si se suma fuerza plural, inteligencia y capacidad de gestión.

            La federalización educativa implica, adicionalmente, preparar, ya, la ruta de traslado gradual de las plazas laborales de los maestros estatales, al financiamiento de la federación.

Para eso se requerirá de una extraordinaria capacidad de diálogo y negociación razonable con el SNTE y contar con la disponibilidad económica del gobierno de la República.

            La actual radiografía de la nómina magisterial podemos caracterizarla a través de los siguientes 7 puntos descriptivos:

            1.-El gasto educativo en Zacatecas contempló en el presente año, un total de 39 mil plazas del magisterio, siete mil son estatales y 32 mil federales, con casi 4 mil puestos de confianza. De esas, 32 mil son de base (Fuente: Decreto del Presupuesto Estatal de Egresos/2021).

            2.-El 96 por ciento del gasto educativo está destinado para servicios personales, muy poco para inversión y para procesos de mejoramiento de la calidad de la enseñanza.

            3.-Del total de los recursos económicos autorizados al sector, el 85 por ciento se canaliza a enseñanza básica, 2% a media superior y un 4% a educación superior. El resto es para gestión administrativa.

            4.-Para romper el ciclo de la crisis y los desequilibrios financieros, se necesita un incremento al menos del 20 por ciento del presupuesto educativo para el 2022, con carácter de irreductible.

            5.-En el Decreto de Presupuesto de Egresos de Zacatecas/2020 se incorporó la existencia, en su artículo 31, de casi 4 mil plazas de confianza. Sin embargo, en el siguiente año (2021), en la misma base documental desaparece el tratamiento de tales puestos laborales. La pregunta: ¿Qué acaso se procedió a convertirlas en espacios de base y por qué razón? Su aclaración resulta pertinente.

            6.-El Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) consideró para su ejercicio 2021 en Zacatecas, recursos por el orden de los 8 mil 300 millones de pesos. Para cubrir las necesidades hoy planteadas, se requerirá un aumento adicional superior a los $ 2 mil millones.

            7.-Importante resulta en estos momentos realizar un manejo eficiente y responsable de la nómina magisterial en Zacatecas, a través de mecanismos de evaluación permanentes.

            Se tiene que reconocer, por otra parte, que el financiero es sólo uno de los variados problemas que aquejan el sistema educativo zacatecano. El de la falta de calidad, es otro que tiene que atenderse con carácter de urgente.

            Revisar el sistema educativo zacatecano sólo desde la perspectiva financiera, sin analizar de fondo la crisis de la enseñanza pública que se experimenta en la entidad, pudiera resultar reduccionista, falso y engañoso.

            El compromiso del gobierno con la educación pública, tiene que procesarse desde un enfoque integral, en donde se considere igualmente la promoción de los procesos de calidad.

            Por ese motivo, la resolución de los problemas financieros de la nómina magisterial, no puede olvidar el desafío zacatecano de contar con una educación de mayor calidad, eficiencia, eficacia, pertinencia y equidad.

            LA EDUCACIÓN Y ZACATECAS.

            El sistema educativo zacatecano ocupa, en términos genéricos, uno de los 10 últimos lugares en eficiencia y calidad en el ranking de resultados a nivel nacional, según datos de la propia SEP.

            Hasta antes de la pandemia del coronavirus, los indicadores de eficiencia y eficacia escolar en Zacatecas se ubicaban, en la mayoría de ellos, por debajo de la media nacional. Estos luego se profundizaron. Hoy es menester cambiar el rumbo educativo, para elegir un mejor horizonte.

            Se necesitan, hoy, medidas integrales frente a los problemas múltiples que padece la educación en Zacatecas.

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