Manuel Ibarra Santos
En Zacatecas, el desplazamiento interno de personas por razones de violencia, que se ha constituido en una tragedia de corte humanitaria, se ha transformado en nuestra entidad en un fenómeno que ha dejado (por décadas) heridas profundas en el alma y la conciencia de nuestra sociedad, que reclama de acciones eficaces para resolver de fondo.
Este problema sempiterno de los desplazados en Zacatecas registra una evolución de más de cien años en nuestra entidad (la más reciente es la originada por la violencia criminal), que es pertinente conocer y estudiar en sus diferentes etapas, para no ignorar sus patrones de comportamiento y proceder entonces al diseño eficaz de soluciones del fenómeno.
Por lo pronto, el gobierno de David Monreal ha formulado “El Operativo Recuperación”, para atender el llamado desesperado de auxilio que han expresado los miles de desplazados por la violencia criminal en comunidades de Jerez, Valparaíso, Monte Escobedo, Tepetongo, Fresnillo y otros municipios. Esa es, indudablemente, una inicial respuesta positiva para procesar dicho enorme problema.
Cualquier estrategia en este ámbito, por cuestiones categóricas, tendrá que considerar la integración de un Sistema Estatal de Atención a Personas Desplazadas en Zacatecas que contemple desde la integralidad la ejecución de políticas y acciones en las dimensiones de la seguridad pública, economía, salud, educación, empleo, vivienda y de protección a los derechos ciudadanos.
Lo anterior significa que la implementación de programas de apoyo a los desplazados por la violencia en comunidades zacatecanas, tendrá que concitar la actuación transversal de todas las dependencias de la administración pública, teniendo como centro la protección de la vida de las personas y de sus bienes patrimoniales.
En el Estado de Zacatecas, el fenómeno trágico y doloroso de los desplazados no es nuevo (desgraciadamente) y tiene una historia de más de un siglo. Este problema ha trazado en forma lamentable un horizonte de fatalidad en la evolución de nuestra entidad, que no se ha sabido enfrentar, procesar y resolver.
Los desplazados en Zacatecas en el trayecto de más de un siglo de historia, tienen como causales cuatro fuentes y tipos de violencia: 1).-La de corte revolucionario; 2).-La de origen religioso; 3).-La de tipo económica; y 4).-La violencia criminal vinculada al narcotráfico, que es la más reciente.
A inicios del siglo XX, la violencia revolucionaria que en particular en nuestro Estado alcanzó su máxima expresión con la batalla de La Toma de Zacatecas, del 23 de junio de 1914, ocasionó no solamente la caída de su estructura productiva, sino simultáneamente la salida, huida y el desplazamiento de miles de gentes (se habla de más de cien mil personas), lo que produjo la presencia numerosa de comunidades fantasmas.
En 1910, de acuerdo a datos oficiales del gobierno de la República, el Estado de Zacatecas tenía una población de aproximadamente 500 mil habitantes. Para 1921 se registró un decrecimiento de más de 100 mil personas.
Posteriormente, la violencia religiosa asociada a las guerras de la primera Cristiada (1929/1929) y la segunda Cristiada (1934/1938) propiciaron el desplazamiento de miles de personas en diferentes regiones del territorio zacatecano, particularmente del sur, sureste y suroeste de la entidad.
Los reportes historiográficos revelan que más de 5 mil 400 combatientes cristeros actuaron en territorio zacatecano (como Valparaíso, por ejemplo), persiguiendo a sus adversarios y enemigos dogmáticos. Esa guerra originó el desplazamiento de miles de zacatecanos de sus hogares.
Estos conflictos armados (en los que se incluye el del 23 de junio de 1914) destruyeron la estructura y la planta productiva zacatecana, dejando el territorio sin capacidad para la generación de empleo digno, lo que motivó el éxodo (desplazamiento) de miles y miles de zacatecanos, a otros lugares de la República y a los Estados Unidos de Norteamérica, en la búsqueda de trabajo bien remunerado.
En la actualidad, es la violencia criminal, la que ha ocasionado que por razones de sobrevivencia, cientos y miles de zacatecano tengan que huir de sus hogares.
La violencia en sus diversas expresiones ha hecho que Zacatecas se convierta en territorio de desplazados, transterrados, despatriados, desterrados y de personas cuyos derechos humanos fundamentales han sido flagrantemente vulnerados.
Comúnmente los desplazados ven afectados sus derechos de identidad, de hogar, de protección, de vivienda, de educación, de seguridad, de tránsito, de empleo, entre muchos otros.
EL CONCEPTO DE DESPLAZADOS Y LA ONU:
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que las personas desplazadas internamente son “aquellas que se han visto obligadas a escapar o huir de su hogar de residencia habitual, para evitar los efectos de un conflicto armado, de situación de violencia generalizada, de violación de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano”.
Los especialistas sobre el tema afirman que, al respecto, pueden existir dos tipos de desplazamiento: Primero, de carácter preventivo; y segundo de tipo reactivo. En Zacatecas, ha sido de este último.
EL OPERATIVO RECUPERACIÓN:
El gobernador David Monreal puso en funciones “El Operativo Recuperación”, para atender a los miles de desplazados por la violencia criminal que se registran en comunidades rurales de los municipios de Jerez, Valparaíso, Tepetongo, Monte Escobedo, Fresnillo y algunos otros. Contará con el apoyo del Ejército, de la Guardia Nacional y se respaldará con acciones de política económica y social, a fin de auxiliar a la población afectada por dicho fenómeno.
David Monreal ha planteado, desde esta perspectiva, acciones concretas, para atender el problema de los desplazados por la violencia criminal.