Filomeno Pinedo Rojas
Al concluir la feria de primavera de Jerez, la más esperada en la región y pueblos circunvecinos, celebrada del 13 al 26 de abril de este 2022, se difundió el parte de seguridad que todos ansiaban pero que, a decir verdad, pocos creían que se alcanzaría: “saldo en blanco”. Si, el evento anual que contó con la presencia de más de 25 mil visitantes, no registró hechos de violencia que lamentar. Se logró lo impensable.
Y es que, justo hace dos años, dos pandemias se paseaban libres e impunes por el municipio. La primera, la de la inseguridad, mantenía en suspenso a la población y había provocado ya el desplazamiento de cientos de familias violentadas en sus comunidades, dando por perdido su ganado, terrenos, bienes muebles e inmuebles y no pocos de sus seres queridos, la segunda calamidad, la del covid 19 había llegado, quizá con los “norteños”, que con su característica alegría, arribaban a su terruño para la tradicional feria de primavera, en el momento en que Estados Unidos padecía de escalofriantes cifras de contagio de pérdida de vidas.
En ningún caso se imponían medidas de mitigación. En cuanto a la criminalidad que se apoderaba de las comunidades rurales a sangre y fuego, expulsando a la población dolida y con temor, el gobierno del estado en turno, el de Alejandro Tello, solo se preocupaba por dar a conocer lo menos posible de la crítica situación, como si con esconder la realidad ésta desapareciera, y así dejaron a muchos cientos de familias a su suerte.
En la crisis sanitaria, ningún protocolo se aplicó. Los autobuses repletos de migrantes salían y llegaban como si nada pasara, y las autoridades de salud de aquel tiempo, en la luna. Los contagiados de la nueva enfermedad se hicieron abundantes, igual que los hospitalizados y los decesos, pero no, no hubo reacción del gobernador y su secretario de salud responsables.
Nada que ver con la última oleada de contagios de principios del 2022, con el gobernador David Monreal, cuando se abrieron centros públicos donde masivamente se realizaban pruebas gratuitas para los inquietos ciudadanos que al primer síntoma deseaban conocer si les había “pegado” el nuevo coronavirus.
Pero siguiendo con Jerez, en cuanto a la pandemia de inseguridad que ha expulsado a cientos de familias de sus hogares, el actual gobierno incrementó la presencia de las fuerzas de seguridad en las regiones mas violentadas. Se implementó el acompañamiento a los desplazados a sus hogares para diagnosticar los daños y en varias giras por la región encabezadas por la Secretaría General de Gobierno, se brindó la confianza y la cercanía de las autoridades que evocaban los sufridos desplazados.
Así se fue construyendo en toda la región más confianza y menos temor, con un gobierno cercano y atento tanto a nivel municipal con el alcalde José Humberto Salazar Contreras que ha demostrado entereza, como a nivel estatal con David Monreal que encabeza la Mesa de Construcción de Paz, acompañado de los responsables de todas las corporaciones de seguridad, policíacas y militares. No olvidemos como estábamos y quienes eran los responsables de ello, y comparemos, serenamente, con la situación actual y sus nuevos responsables, porque ya no es lo mismo.