Filomeno Pinedo Rojas
La clave está en que “el gobierno debe acercarse al pueblo y no el pueblo andar buscando al gobierno”, dijo el gobernador David Monreal Ávila en su mensaje del Primer Informe de Resultados presentado este 8 de septiembre, en un pletórico palacio de convenciones que congregó a miles de ciudadanos que protagonizaron el primer reconocimiento masivo de los zacatecanos a la actividad realizada por el político que, hace un año, tomó posesión en el mismo lugar, donde prometió combatir por todos los medios, las “herencias malditas” heredadas.
Mas allá de la guerra mediática que durante un año, han enderezado los grupos y partidos políticos que perdieron el poder y los privilegios en la histórica elección de junio del 2021, David Monreal ha sabido enfrentar la tarea de reconstrucción del estado, acudiendo a cada uno de los 58 municipios a llevar obra y atender personalmente y sin discriminación alguna, en audiencia pública, los planteamientos y necesidades de la ciudadanía ávida de ser escuchada y sentirse tomada en cuenta.
Este es el perfil de la “nueva gobernanza” que pregona David y, en el evento, urgió a los funcionarios de su gabinete “a cumplir todos los compromisos adquiridos en las audiencias” como lo espera la población necesitada de volver a creer en los políticos y así, con hechos, derrotará la campaña de desprestigio que trata de confundir a la población, a través de la mentira que abunda en redes sociales y hasta el fácil insulto contra el gobierno estatal y el federal.
Éste será un sexenio de reconstrucción de la red carretera del estado que fue abandonada por los gobiernos anteriores, volvió a remarcar, al informar que a la fecha ya son 280 kilómetros de carreteras renovadas en 23 municipios, además de 36 mil metros cuadrados de calles que se encontraban hechas un desastre por el desdén que mostraron las autoridades pasadas a la población.
En cuanto a seguridad pública, el tema de temas, también la realidad se impone ante la percepción generada por quienes luchan porque vuelva la simulación, corrupción, negligencia, despilfarro y frivolidad que caracterizaron a los gobiernos de Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello Cristerna, porque es un hecho que en Fresnillo, el municipio más inseguro en el primer semestre del 2021, el homicidio doloso ha disminuido un 40 por ciento, en una acción coordinada por las fuerzas federales y estatales.
De la misma forma se atendió de frente, el angustioso problema de los cientos de familias desplazadas y violentadas de las comunidades de Jerez por parte de grupos criminales que actuaron solapados por el gobierno de Tello, sin que ninguna autoridad se atreviera a actuar como lo ha hecho ya la nueva gobernanza con un plan de pacificación y justicia que, por cierto, este viernes 9 del mes patrio, será evaluada por el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acude a Zacatecas a refrendar su respaldo al gobernador David Monreal, ambos convencidos de la evidente cuarta transformación que se lleva a cabo en nuestro país.
Con la realidad que se está construyendo, ya casi olvidamos que este gobierno comenzó sin un peso en la tesorería, con una deuda de más de 10 mil millones de pesos, con compromisos por pagar superiores a 2 mil 500 millones de pesos y una tremenda irritación, justificada, del personal activo y jubilado del ISSSTEZAC, el magisterio estatal, los trabajadores al servicio del estado, las protestas de los taxistas y un largo etcétera que no pocos pronosticaban, llevaría a la ingobernabilidad y el colapso.
Contrario a ello, David demostró que sin pedir ni un solo préstamo más, ha hecho “de tripas corazón” y aunque le ha costado trabajar desde antes que salga el sol hasta muy entrada la noche, sabe que no hay otra oportunidad para regresarle la esperanza al pueblo de Zacatecas y como diría el gran Miguel de Cervantes Saavedra en su muy valorada obra de El Quijote de la Mancha, le quedan otros cinco años para seguir “todo el día desfaciendo agravios, enderezando entuertos, acorriendo viudas, limpiando la tierra de gigantes y malandrines” y demostrar con ello que aquí ¡si hay cambio!