Manuel Ibarra Santos
El Club de la Miseria es el nombre de un memorable texto de economía editado en el 2007 por el prestigiado investigador británico Paul Collier, catedrático consentido de la monarquía inglesa, obra que contiene la descripción de las sociedades más miserables y subdesarrolladas del planeta, producto y resultado, entre otros factores, por las acciones de gobernantes ineptos, incapaces, deshonestos y corruptos.
Todo parece indicar que Zacatecas desde hace décadas, forma parte de los Estados de la República, que son destacados integrantes del Club de la Miseria.
Tal vez, uno de los compromisos que tendrá sobre sus espaldas, quien gane la gubernatura en los comicios del 2021, será retirarle a Zacatecas su membresía del Club de la Miseria e incorporarlo a la lista de Estados con un recomendable desarrollo humano.
Alejandro Tello no pudo al respecto hacer nada para alejar a Zacatecas de ese club de la miseria y tampoco se detonó, en este tiempo, la prosperidad de la entidad, porque faltaron ideas, acciones y proyectos.
¿Por qué Zacatecas tiene un bien ganado puesto en el Club de la Miseria? Las razones son las siguientes:
1).-Es una de las 10 entidades federativas que más pobres produce en la Nación, de acuerdo a los datos más actualizados del CONEVAL 2).-Se mantiene la tendencia inercial por ser un gran expulsor de mano de obra barata de su territorio, ante la carencia generadora de oportunidades dignas en esta tierra; 3).-Es uno de los Estados con menor dinamismo en su economía, como lo reflejan los indicadores de decrecimiento en los más recientes años, a lo que se suma la caída estrepitosa de su Producto Interno Bruto Estatal (PIB); y 4).-Cuenta con uno de los sistemas educativos con menor eficiencia en la República, ubicado por debajo de la media nacional, como lo revelan las estadísticas de la propia SEP, con datos al 2019/2020.
Con esas y otras circunstancias, Zacatecas se ha ganado un lugar preponderante como uno de Estados del Club de la Miseria en el país. La radiografía no se ha modificado positivamente en nada en estos últimos 4 años.
Hasta antes de la disruptiva aparición de los devastadores efectos de la pandemia del covid-19, Zacatecas aparecía como uno de los nueve Estados con mayor tasa de pobreza entre su población.
Chiapas es la entidad número uno con mayor cantidad de pobres, con el 76.4%. Luego continúan las siguientes: Guerrero (66.5%), Oaxaca (66.4%), Veracruz (61.8%), Puebla (58.9%), Tabasco (53.6%), Morelos (50.8%), Tlaxcala (48.4%) y Zacatecas (46.5%).
El número de pobres en Zacatecas que, antes de la pandemia, era de poco más de 750 mil personas, bien podrá dispararse la cifra después del coronavirus, a casi 900 mil habitantes. Y eso obedece a la ausencia de políticas eficientes y efectivas en la entidad.
Por si fuera poco, Zacatecas tiene en su organización territorial, municipios, con niveles de pobreza dramáticos sólo comparados con los existentes en la África subsahariana. Se pueden mencionar, como ejemplo, cinco de ellos: Jiménez del Teúl, Joaquín Amaro, Pinos, Francisco R. Murguía y Florencia de Benito Juárez.
Zacatecas tiene, para desgracia de sus pobladores, un lugar ganado en El Club de la Miseria, por sus niveles de atraso y de pobreza, que es necesario revertir con políticas públicas efectivas.
Quizá, se pueda transitar de Estado pobre a uno desarrollado, con proyectos como el que acaba de anunciar el presidente López Obrador, con una inversión superior a los 3 mil 800 millones de pesos, para la construcción de la autopista Zacatecas/Aguascalientes. Iniciativas como esa, que se repitan.
LAS TRAMPAS DEL DESARROLLO:
El docente de la Universidad de Oxford, Paul Collier (quien publicó en el 2019 otro libro referencial: El Futuro del Capitalismo) narra que en el mundo existen más de 5 mil millones de personas en condiciones de pobreza y adicionalmente otros mil millones en extrema pobreza. El resto de los seres humanos se ubican en condiciones de desarrollo humano aceptable.
La mayoría de las sociedades del Club de la Miseria se localizan en África, en América Latina y otras tantas en el continente asiático.
Explica que son cuatro las trampas que obstaculizan el desarrollo de las sociedades, pero la más letal está asociada a prácticas de malos gobiernos y a políticos ineptos y corruptos.
Las otras tres trampas las enumera con claridad: La trampa del conflicto y la guerra perpetua, que conduce a un Estado fallido; la trampa del manejo incorrecto de los recursos y las riquezas naturales; y la trampa de la ausencia de políticas de cooperación internacional.
LA SUCESION 21 Y EL DESARROLLO.
Quien triunfe en la sucesión gubernamental del 21, deberá plantear la ruta para que Zacatecas salga definitivamente del Club de la Miseria, mediante la ejecución de proyectos de desarrollo. Y eso se tendrá que hacer, inequívocamente, de la mano del presidente López Obrador.