Opinión

Legislatura ZacatecasManuel Ibarra Santos

           Con una tradición de casi dos siglos de historia, el Poder Legislativo del Estado, ante las circunstancias difíciles y complicadas que experimenta la sociedad zacatecana, bien puede constituirse en la actualidad (porque hay las condiciones para ello, por la madurez de sus actuales integrantes), en el pivote de la gobernabilidad de Zacatecas, en el espacio del diálogo, de los contrapesos razonables, de la toma de decisiones y de la tolerancia por excelencia.

            En esencia, la Legislatura local tiene entre sus responsabilidades, una muy marcada, como es la de erigirse en el núcleo de las fuerzas plurales para favorecer la gobernabilidad y gobernanza de Zacatecas, a través del fortalecimiento del diálogo, amén de realizar sus funciones constitucionalmente tradicionales asociadas al diseño, aprobación y expedición de leyes, así como a la fiscalización del uso de los recursos del pueblo, entre otras.

            Los mecanismos y formas mediante las cuales se procesó recientemente la elección de las cabezas de las principales comisiones del gobierno de la LXIV Legislatura de Zacatecas, incluso cediendo la CRICP (Comisión de Régimen Interno y Concertación Política) a la oposición, habla de las condiciones existentes para la construcción de consensos sólidos para abonar a la gobernabilidad de Zacatecas.

            Lo anterior deja claro y pone en evidencia que, en la Legislatura local, en un escenario de pluralidad, se puede trabajar en la creación de amplios acuerdos, más allá de actitudes radicalmente estridentes y polarizantes. Esa es una buena señal que lanzan todos los actores que confluyen al interior del Congreso del Estado.

            Ese hecho de ceder la CRICP (la comisión de gobierno colectivo y plural más importante del Congreso), a una fracción parlamentaria diferente a la hegemónica, describe la madurez de la oposición, pero también pone en contexto la apertura y tolerancia (alejada de actitudes maximalistas, del todo o nada), de la expresión mayoritaria, que hoy preside la diputada Maribel Galván. Eso abre de facto el inicio de una nueva (útil y benéfica) narrativa política para Zacatecas.

            Sí nos atenemos a las señales propositivas lanzadas en días recientes por los diputados locales de todas las expresiones parlamentarias, bien se puede afirmar que existen las condiciones concretas para avanzar en la integración de un pacto plural por Zacatecas, que permita abordar, procesar y reconducir (respetando las decisiones de cada ámbito de gobierno) temas tan delicados como el de la inseguridad, la reactivación económica, la nómina magisterial y/o bien, el de los pensionados y jubilados, entre otros asuntos cruciales, a tratar en la perspectiva de una agenda de unidad <en lo fundamental> por Zacatecas, sin desconocer la importancia de los disensos razonables que deben prevalecer en una democracia madura.

            La construcción de consensos entre las diferentes expresiones parlamentarias del Congreso local permitirá que los problemas delicados que atañen a la vida de los zacatecanos, sean procesados con mayor oportunidad y eficiencia, así como impedir que se distraigan las soluciones en debates innecesarios.

            Adicional a ello, la creación de acuerdos parlamentarios, contribuirán igualmente a privilegiar el diseño estratégico de puentes productivos de comunicación, hoy muy necesarios e indispensables, entre los tres poderes constituciones del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

            La creación de caminos y vasos comunicantes expeditos entre los tres poderes constitucionales de Zacatecas, hoy en día, son extraordinariamente fundamentales. Y nadie tiene duda, que a eso le apuesta también el propio gobernador David Monreal Ávila.

            En la LXIV Legislatura de Zacatecas coexisten y conviven los 30 diputados (como representantes del pueblo) de ochos fracciones parlamentarias y que son las siguientes: MORENA, PRI, PAN, PRD, PT, PANAL, PES Y PVEM.

            Por la disposición y actitudes de los diputados locales de todas las expresiones, existen en la actualidad las condiciones para hacer de la LXIV Legislatura del Estado, el espacio de la gobernabilidad y del diálogo plural, que mucho lo requiere Zacatecas.

           

         EL ORIGEN DEL CONGRESO DE ZACATECAS.

            En 1823 quedó instalado el primer Congreso Legislativo de Zacatecas, exactamente hace 199 años. Pero esto no se puede comprender sin la iniciativa que tomó previamente al respecto la diputación provincial para declarar al nuestro como Estado libre y soberano, en ese mismo año.

            El Estado de Zacatecas nació como Estado libre y soberano integrado por las siguientes circunscripciones territoriales o partidos: Zacatecas, Fresnillo, Sombrerete, Aguascalientes, Juchipila, Nieves, Mazapil, Pinos, Jerez, Tlaltenango y Villanueva.

            Para algunos cronistas, el primer Congreso de Zacatecas se instaló el 24 de marzo de 1822, con la asistencia de los siguientes diputados: Mariano Iriarte, Juan José Román, José María Elías, José Francisco Arrieta y Juan Veloz. Si nos atenemos a este apunte histórico, entonces diremos que la Legislatura local, tiene una tradición de 200 años.

            En el Congreso Federal mexicano que expidió la Constitución de 1824, asistieron representando a Zacatecas, entre otras personalidades, los diputados locales Valentín Gómez Farías y Francisco García Salinas.

            LEGISLATURA Y GOBERNABILIDAD:

Hoy Zacatecas requiere que su Legislatura sea también espacio y pivote de la gobernabilidad.

           

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