Opinión

Acoso sexual escolarManuel Ibarra Santos

          El acoso a las alumnas y alumnos en la educación superior es un flagelo que, no solamente obstruye los procesos de enseñanza de calidad, sino que también detona la deserción escolar y, por si fuera poco, destruye la vida de muchos jóvenes, sin que a la fecha se hayan establecido mecanismos para prevenirlo y/o combatirlo. ¿Es ética y legalmente justo pedir un castigo ejemplar para los maestros y actores que estimulan dichas prácticas de violencia?

            Estudios cuantitativos realizados por la prestigiada investigadora mexicana Silvya Schmelkes, alertan sobre la gravedad del acoso en las universidades, fenómeno que puede propiciar la deserción en la matrícula hasta en un 20 por ciento (Schmelkes-05/2019).

            La pregunta obvia que se antoja es la siguiente: ¿Qué se está haciendo en las instituciones de educación superior en Zacatecas para marcar liderazgo en el combate al acoso en todas sus modalidades?

¿Cuál es el estado que guardan los numerosos expedientes y denuncias que se hicieron en Zacatecas, a través de marchas por alumnas en el 2020, previo a la declaratoria de la pandemia del covid-19, incluso proyectadas en tendederos, acusando mediante manifestaciones públicas, sobre presuntas agresiones sexuales, de algunos docentes? ¿Se les dio trámite por las vías administrativa y legal?

            Reportes sobre el tema, publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) colocan a México como campeón en acoso escolar entre los sistemas educativos de los países miembro.

            En la República Mexicana, todos los estudios efectuados sobre dicho fenómeno, señalan que más del 70 por ciento de los alumnos de educación básica (nivel conformado por un poco más de 25 millones de estudiantes), han experimentado algún tipo de violencia asociada al acoso escolar.

           En el caso de Zacatecas, el 80 por ciento de los alumnos de primaria y secundaria han sufrido alguno tipo de agresión en la escuela, lo destacan los resultados de la Primera Encuesta sobre Violencia en la Escuela efectuada por un servidor, hace un par de años atrás, investigación de carácter exploratorio, bajo una metodología cuantitativa, con un muestreo probabilístico, en una población de 133 mil estudiantes y 12 mil trabajadores de la educación, de 13 regiones geográficas del territorio estatal.

            En esa investigación cuantitativa, el 10 por ciento de los alumnos de educación básica (particularmente de primaria y secundaria) admiten haber sufrido violencia, una o varias veces, de su maestro o empleado de la escuela. El tema se complejiza cuando más del 12 por ciento de los maestros, reconocen haber sufrido agresiones de sus estudiantes.

            El acoso escolar (en sus diversas manifestaciones) se sublima al nivel de la atrocidad cuando un maestro y/o maestra acosa a sus alumnos/alumnas al conducirlos al extremo de la violencia sexual. Eso no sólo afecta físicamente, sino que destruye, en la mayoría de los casos, a los estudiantes.

            ¿Pero cuáles son los rasgos de los maestros acosadores? La mayoría de ellos tienen una o varias de las siguientes características:

            1).-Los distingue un sentido grandioso y narcisista de su propia importancia; 2).-Los dominan fantasías de éxito ilimitado, poder y brillantez individual; 3).-Se consideran especiales y únicos; 4).-Requieren excesiva admiración; 5).-Son explotadores en sus relaciones; y 6).-Resultan por demás arrogantes.

            La violencia en la escuela que, por otra parte, no puede ser, sino expresión en un microcosmos educativo, de lo que sucede en el entorno social, está hoy fuertemente influido por dos factores adicionales: a).-La acción de las bandas y los grupos delictivo/criminales; y b).-Por el uso extensivo y discrecional (poco racional) de las redes sociales.

           En Zacatecas es fundamental construir una serie de acciones estratégicas que permitan implementar políticas preventivas y de combate efectivo al acoso en todas las dimensiones del sistema educativo. No hacerlo, será una omisión de grandes consecuencias.

            LAS AGRESIONES SEXUALES Y LA SOCIEDAD.

            Con el manejo de cifras aportadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), se revela que en la actualidad (2021) el promedio de delitos de abuso sexual por cada 100 mil habitantes es de 17.5; en Zacatecas es de 12.14.

            Las 10 entidades con mayor tasa de delitos sexuales, son las siguientes: Colima (40), Baja California (34.80), Baja California Sur (34.60), Cdmx (34.40), Chihuahua (34.01), Quintana Roo (33.20), Jalisco (25.40), Querétaro (24.90), Nuevo León (4.90) y Morelos (23.20).

            En cambio, las 10 entidades con menor tasa de delitos sexuales, son las siguientes: Sinaloa, Puebla, Michoacán, Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas, Guerrero, Aguascalientes y Nayarit. Zacatecas se ubica en una posición media, en la comisión de dichos delitos.

            Pero volvamos, al tema del acoso escolar. Este puede causar daños físicos, sociales, culturales y emocionales, algunos de ellos de carácter irreversible, que ameritan ser atendidos con políticas responsables, eficientes y eficaces.

            EDUCACION SUPERIOR Y SU RESPONSABILIDAD.

            Las instituciones de educación en Zacatecas tienen una profunda responsabilidad para marcar derroteros de cómo prevenir, combatir y procesar el acoso escolar, un flagelo que origina terribles consecuencias en quienes lo padecen.

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